La estatal brasileña, mediante su subsidiaria Petrobras Biocombustibles, es propietaria del 45,9 % de Guaraní, una empresa que produce etanol de caña de azúcar y que es controlada por Tereos Internacional (54,1 %), grupo francés del sector agroindustrial.
Petrobras informó en un comunicado enviado al mercado de que contrató al Banco Itaú BBA para asesorarlo en la transacción para vender toda su participación en Guaraní al socio en el proyecto.
“Hasta el momento no hay ningún acuerdo firmado que garantice la efectiva conclusión de la transacción ni aprobación por parte de la Dirección Ejecutiva o del Consejo de Administración de Petrobras”, indicó la petrolera, al aclarar que las negociaciones están en fase inicial y que aún no hay un precio definido.
Petrobras ha invertido hasta ahora cerca de 1.611 millones de reales (unos 503 millones de dólares) en Guaraní, incluyendo el aporte de capital que suscribió en octubre de 2015, para mantenerse como socio minoritario de Tereos en el proyecto.
Guaraní, con siete plantas de producción de biocombustibles en el estado brasileño de Sao Paulo, tiene capacidad para producir al año 1,73 millones de toneladas de azúcar y 903 millones de litros de etanol.
La venta, agregó la estatal en su comunicado, “forma parte del Programa de Desinversión de Petrobras y está alineada al Plan Estratégico divulgado por la compañía en septiembre y que prevé la salida de la empresa de las actividades de producción de biocombustibles”.
Como parte de ese mismo plan, Petrobras Biocombustibles anunció hace dos semanas el cierre de una de las tres plantas de producción de biodiesel que opera en el país por considerarla inviable a corto plazo sin nuevas inversiones.
Al anunciar el mes pasado su Plan de Negocios para el quinquenio 2017-2021, Petrobras, mayor empresa de Brasil y controlada por el Estado pero con acciones en bolsa, informó de que, ante la necesidad de ajustar su tamaño a la realidad actual del sector y resolver el grave problema de su deuda, decidió abandonar sectores que no considera estratégicos, entre los cuales está el de biocombustibles.
Además de salir de sectores no estratégicos, el nuevo plan de negocios de Petrobras reduce en 25 % las inversiones de la empresa, ahora concentradas en la producción de petróleo, y prevé la venta de 19.500 millones de dólares en activos, así como corte de costos y de plantilla.
El nuevo plan de venta de activos supera al previsto para 2015 y 2016, que prevé desinversiones por hasta 15.100 millones de dólares, y supone para la empresa deshacerse no sólo de sus negocios de biocombustibles, sino también de distribución de gas licuado (GLP), fertilizantes y participaciones en petroquímica.
