El titular del gremio, Raúl Vera Bogado, dijo compartir el esfuerzo que hizo el Poder Ejecutivo en torno a la concesión de créditos vía BNF y las medidas para asegurar liquidez vía BCP, pero remarcó que el sector bancario privado está haciendo su parte como nunca antes.
En ese sentido, explicó que apenas se inició la cuarentena total, los bancos suspendieron el pago mínimo de tarjetas de créditos y decidieron postergar el pago de préstamos individuales y créditos para viviendas, lo que permitió a miles de familias tener más oxígeno para hacer frente a la crisis.
Informó que mediante la concesión de créditos nuevos, refinanciaciones y reestructuraciones de préstamos ya anteriores a la pandemia, los socios de la Asobán brindaron un auxilio que equivale al 10% de toda la cartera del sistema; es decir, USD 1.400 millones.
“Con relación a las mipymes en particular, apoyamos la ampliación del Fogapy porque consideramos que es fundamental para la reactivación. En cuanto al Fogapy, de 24 instituciones que participan ahí, 17 son bancos privados y esos 17 bancos representan hoy el 60% de las operaciones que se concedieron con el Fogapy para mipymes”, expresó Vera Bogado.
El presidente de la Asobán no quiso entrar en la polémica con el ministro de Agricultura y Ganadería, Rodolfo Friedmann, y recalcó que continuarán trabajando para seguir ampliando las facilidades para la economía.
CUESTIONAMIENTO. El ministro Friedmann había admitido este miércoles que preocupa al Gobierno la situación de las mipymes que no están teniendo respuesta a la hora de pedir créditos.
El secretario de Estado recordó las ventajas que se otorgaron a los bancos privados y les pidió “ponerse la albirroja” ante las limitaciones de operatividad que tienen los entes financieros estatales.
Si bien señaló que el Gobierno no intenta rehuir de sus responsabilidades, ya que agotó toda la batería legal para que los préstamos lleguen a los emprendimientos afectados por la pandemia, reconoció la limitación de la banca pública para alcanzar a todo el universo de compañías que necesitan auxilio financiero de forma urgente.
Según Friedmann, esta preocupación ya se transmitió a los bancos privados, a los cuales responsabilizó del éxito o fracaso del plan de reactivación económica.