17 jul. 2025

La actitud violenta de los Gómez revela una Justicia complaciente

Los antecedentes de violencia física de los hermanos Nardi y Manuel Gómez nunca son suficientes para que las autoridades tomen cartas en el asunto. El poder político les hace parecer fuertes y omnipotentes.

Por Alfredo Penzzi<br/><br/>apenzzi@uhora.com.py<br/><br/>Para los hermanos Nardi y Manuel Gómez Cattebecke, se volvió costumbre protagonizar incidentes en la vía pública, apelando a la violencia física y escudados por el poder político que proyecta su padre, el ex legislador Octavio Gómez.<br/><br/> Los antecedentes denotan no solo una actitud prepotente de los hermanos a la hora de encarar a las personas, sino también una Justicia que cae rendida al poder político.<br/><br/>El primer hecho –conocido al menos– fue el registrado el 20 de junio de 2007, cuando Manuel Gómez, el más polémico de los hijos del ex senador, agredió en el peaje del Puente Remanso a Raimundo González Candia. <br/><br/>En esa ocasión, Manuel tomó del cuello a González porque este le pidió que baje el volumen de la radio. Según el denunciante, los policías apostados en el puesto de peaje no intervinieron al conocerse de quién se trataba. “La gente de la Fiscalía no quiso tomar la denuncia”, dijo en esa ocasión Raimundo.<br/><br/>MÁS CASOS. Pero aquel hecho fue solo el comienzo de una actitud que se volvería casi un hobby para el menor de los Gómez. Tal es así que el 25 de octubre del mismo año, Manuel Gómez atropelló el domicilio de la modelo Gloria Jara ubicado en Limpio y agredió a la mujer. <br/><br/>La fiscala Clara Ruiz Díaz imputó al hijo de Octavio Gómez por resistirse a la detención, pues había forcejeado con los efectivos policiales.<br/><br/>Siguiendo con más casos, ya el 12 de octubre de 2009, Manuel encabezó una turba que golpeó al suboficial de Policía de nombre Juan Sebastián Espinoza Báez, frente a la estación de servicios propiedad de la familia. <br/><br/>Según los vecinos, el policía corrió desesperado dejando su motocicleta en el lugar. Gómez, en otro arranque de ira, destrozó el biciclo del agente, pasando encima de ella con su camioneta de marca Dodge. Los Gómez llegaron a un acuerdo con el policía.<br/><br/> MÁS ACTUALES. Las actitudes violentas y prepotentes de los Gómez volvieron este año. El pasado sábado 1 de mayo, el diputado Nardi y su hermano Manuel Gómez, junto con sus guardaespaldas, agredieron brutalmente a cuatro policías de nuevo en la estación de servicios de la familia.<br/><br/> Según la investigación, los Gómez persiguieron a la patrullera de la Policía y volvieron a agredir a los uniformados. Además robaron un arma, que posteriormente fue devuelta a la Fiscalía. Las investigaciones continúan. De la Fiscalía de Villa Hayes, el caso fue derivado a la unidad especializada de Derechos Humanos.<br/><br/> La Policía cree que los fiscales pretenden limpiar a los Gómez. Mientras tanto, la Fiscalía reconoce presiones de ambos sectores, tanto de la institución policial como de los políticos.<br/><br/>En el caso donde solo participó el diputado Nardi Gómez se dio el pasado domingo 2 de mayo. El parlamentario se trasladó a Ponta Porá y sacó a la fuerza a sus hijos, quienes vivían en casa de una tía materna.<br/><br/> Nardi fue denunciado por supuesto secuestro, por la madre de los niños. Los hijos no estaban reconocidos por el padre. <br/><br/>Según la denuncia, el legislador irrumpió con violencia junto con sus guardaespaldas en el domicilio de sus hijos y, sin dar explicaciones, procedió a retirar a los menores.<br/><br/> El mismo quedó detenido en Yby Yaú, pero fue liberado rápidamente. No hay avances en este caso.<br/><br/> ACOSTUMBRADOS. “Pueblo chiquito, infierno grande”, dijo entre risas un poblador de Villa Hayes al referirse a los casos de violencia que constantemente son protagonizados por los Gómez y a los que, según el poblador, ya están acostumbrados. Esta radiografía continuará mañana. <br/><br/>LA POLICÍA CREE QUE EXISTE ANIMADVERSIÓN <br/><br/>En la visita a la ciudad chaqueña de Villa Hayes, ÚH conversó con varios uniformados, quienes coinciden en que existiría una fijación o animadversión de los Gómez hacia los policías.<br/><br/> “De otra manera no se puede explicar que ataquen a los efectivos del orden, aunque estos no estén de servicio”, manifestó un agente.<br/><br/>Lo cierto es que todos miran con asombro la violencia y la falta de respeto de esta familia hacia la autoridad policial. <br/><br/>Las noches de farra en la estación de servicios propiedad de la familia Gómez son encuentros habituales de los hermanos, que casi siempre terminan en gresca.<br/><br/>"Cuando empiezan a ver algo que ellos creen que es malo, no hay explicación que valga”, comentó otro policía.<br/><br/>El oficial ayudante Félix Ciancio Núñez, el suboficial inspector Rogelio Pérez Meza, el suboficial Juan Ojeda y el suboficial ayudante Óscar Verón Villalba fueron los cuatro uniformados que resultaron víctimas de la agresión por parte de los hermanos Gómez, ayudados por sus guardaespaldas y seguidores.<br/><br/>quieren digitar. Según informaciones extraoficiales, hace rato los Gómez pidieron el cambio de los actuales jefes policiales de la zona; pedido que no fue escuchado por el ministro del Interior, Rafael Filizzola, ni por el comandante José Giménez. Al parecer existe una rivalidad entre la institución policial y el clan de los Gómez, por lo que cada tanto se dan discusiones o peleas como la sucedida el pasado 1 de mayo. Según denuncias de los propios pobladores, cuando Manuel Gómez y sus amigos están en la estación se servicios, que es administrada por su madre y su hermana, Belinda, nadie más puede acercarse y formar grupos de tragos, pues aquel reacciona y pierde el control de sí mismo.<br/><br/>