PLATO FUERTE. Pasadas las 22.00, Kreator subió al escenario. El arranque demoledor con el tema que da nombre a su último disco, Phantom Antichrist (2012), hizo que el público sacudiera sus cabezas, en un rito típico que provocan los riffs del thrash metal y de Kreator en particular.
A los clásicos como Pleasure to kill, Endless pain (del lejano año 1985) y Riot of violence, la primera parte del show tuvo como aderezos temas de discos editados en los últimos diez años de la banda: From Flood into Fire, Hordes of Chaos (A Necrologue for the Elite), Enemy of God, entre otros.
Luego, canciones como People of the lie, del virtuoso álbum Coma of souls (1990) y, sobre todo, la rotundidad de Betrayer, del que muchos consideran el mejor disco de su carrera, Extreme aggression (1989), llenaron de adrenalina el polideportivo del Club Olimpia. Y para el cierre, la primera canción de éxito de la banda: la llena de rabia metalera Flag of hate.
A las venidas anteriores de bandas como Sodom, Sepultura, Megadeth y Slayer, anoche se sumó a la seguidilla de visitantes ilustres de la potencia thrash la voz impresionante de Mille Petroza, la batería indómita de Jürgen Ventor Reil, la guitarra velocísima de Sami Yli-Sirniö y el bajo aplastante de Christian Giesler. Kreator en cuerpo y alma, en suma.