27 jun. 2025

Japón vela a Abe mientras investigan los motivos que llevaron al magnicidio

El asesinato del político más conocido de Japón estremeció al país y repercutió en todo el mundo, dados los bajos niveles de criminalidad y bajo unas estrictas leyes contra las armas.

Allegados y espontáneos velaron ayer la muerte del ex primer ministro nipón Shinzo Abe, cuyos restos fueron tras-ladados a su domicilio en Tokio, mientras continúa la investigación para esclarecer los motivos de su asesinato a manos de un ex militar.

El coche que transportaba el cuerpo de Abe llegó a su residencia en el distrito tokiota de Shibuya, unas siete horas y media después de haber partido del hospital de la ciudad de Nara, en el oeste del país, al que fue trasladado y donde se le sometió a la autopsia y demás procedimientos pertinentes. El vehículo partió con su viuda, Akie (60 años), como pasajera, que se había desplazado hasta allí tras el incidente, en el que Abe fue tiroteado por la espalda mientras ofrecía un discurso durante la campaña de las elecciones parciales parlamentarios de hoy domingo.

Uno de los proyectiles alcanzó una arteria del ex mandatario, quien falleció desangrado, según los facultativos, a los 67 años.

Multitud de medios y transeúntes se congregaron frente al domicilio habitual en la capital de la pareja, que no tiene hijos. Hasta allí se desplazaron también miembros de su formación, el Partido Liberal Democrático (PLD), como el actual primer ministro, Fumio Kishida; la actual responsable de políticas y ex ministra de Interior y Comunicaciones, Sanae Takaichi; o el presidente de la facción de la que formaba parte Abe, Tatsuo Fukuda.

AUTOR CONFESO. El hombre acusado de disparar a Abe fue detenido en el lugar de los hechos, y, según la policía, confesó el crimen y explicó que lo cometió pensando que Abe estaba ligado a un grupo no identificado. Varios medios locales hablan de un grupo religioso. La policía investiga los antecedentes de este hombre desempleado de 41 años, incluyendo versiones de que integró la Fuerza de Autodefensa Marítima, la marina japonesa, e indicó que habría utilizado un arma de aparente fabricación casera.

Durante la inspección de su domicilio en la víspera, la policía halló armas similares a pistolas y explosivos caseros.

Los investigadores creen que Yamagami planificó el ataque con suficiente antelación, decidiendo atentar en Nara tras estudiar los actos electorales en distintas ciudades anunciados por el propio Abe en las redes, y realizando prácticas de tiro con fuego real.

El hombre había visitado repetidamente lugares donde Abe pronunció otros discursos electorales previos y habría reconocido su intención de matar al ex mandatario, pero también habría confesado a las autoridades que su idea inicial era atentar contra el líder del mencionado grupo religioso, cuyos detalles no se han hecho públicos.

En la estación Yamato-Saidaiji de Nara, donde estaba teniendo lugar el mitin de Abe cuando fue disparado, se instaló un altar hasta el que numerosos transeúntes se acercaron para presentar sus respetos, entregar flores y orar, después de que en la víspera se colocaran velas y ofrendas en el lugar exacto del atentado. “Es terrorífico que algo así haya sucedido en una ciudad como Nara”, dijo un residente de mediana edad en declaraciones a la cadena pública NHK sobre esta localidad, un popular destino turístico en Japón, conocido por sus templos budistas. “Este tipo de actos violentos no deberían suceder nunca, así que he venido a rezar”, señaló por su parte un anciano.