Tras su estreno en el Reino Unido, el 26 de octubre, la nueva entrega del agente 007 denominada Spectre facturó más de 41 millones de libras (63,8 millones de dólares), superando a su predecesora Skyfall, que había obtenido 20 millones de libras (USD 30 millones de dólares).
El filme contó con un presupuesto de USD 300 millones e incluye en el reparto a Lea Seydoux y Mónica Belluci como las chicas Bond y al oscarizado Christoph Waltz como el villano Franz Oberhauser, líder del sindicato del crimen que Bond debe enfrentar.
Esta última entrega de la saga vuelve a ser dirigida por Sam Mendes y revela cómo el agente encubierto se encuentra con un mensaje enigmático que lo dirige a Spectre, una siniestra y hermética organización.
Spectre son siglas inglesas que significan en español “ejecutivo especial de contra-inteligencia, terrorismo, venganza y extorsión”, y justamente ese es el nombre que eligió el director Mendes para mostrar el espíritu de la película y como una suerte de continuación de su Skyfall (2012).
Las cintas de Craig cambiaron el juego ya consolidado por las actuaciones de los anteriores 007, tales como Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton y Pierce Brosnan por más de cuatro décadas.
Ahora, la reaparición de la organización Spectre parece rendir un homenaje al pasado, ya que la última vez que apareció esta entidad fue en la película Diamonds are forever (1971), con Sean Connery como el espía británico.
PROPUESTA. En la nueva entrega, el agente deberá enfrentar a un fantasma del pasado, representado por siete letras y que es la pesadilla del servicio secreto británico, encabezado por M e interpretado por Ralph Fiennes.
Este intenta parar desde la política el avance de la iniciativa de vigilancia global conocida como Nine Eyes, mientras que Bond trata de proteger a Madeleine Swann (Seydoux), hija de un enemigo poderoso, para detener el avance de Spectre. Es así que en la trama conspirativa internacional, el 007 se pasea por México, Italia, Austria y Marruecos, a la vez que los enemigos del pasado acechan al elegante y sofisticado agente inglés.
En esta última aventura de Bond se suman al reparto Naomie Harris, Ben Whishaw, Andrew Scott y Dave Bautista.
RODAJE. La cinta comenzó a filmarse en diciembre de 2014 y está ambientada en localizaciones como Londres, México, Roma y algunas zonas de Marruecos.
Las escenas de México, que ocupan los 10 primeros minutos, se rodaron en marzo pasado en el Centro Histórico de la capital mexicana, donde pudo verse a Craig en un helicóptero escapando en pleno desfile del Día de Muertos.
Esta escena incluyó a 500 extras, muchos de los cuales tardan dos horas y media en ser maquillados; 1.000 trajes distintos, inspirados en las tradiciones mexicanas; 450 máscaras y un equipo de maquillaje gigante. El rodaje en Italia fue en el barrio romano de Eur, en el Museo de la Civilización Romana, transformado en un cementerio. Craig también pedirá su martini “agitado, no batido” en otras zonas de la Ciudad Eterna, desde la vía de la Conciliación, que une Roma con Ciudad del Vaticano, hasta la calle Nomentana o el barrio de Monti.