Los candidatos franceses de izquierda derrotados en la primera ronda de las elecciones presidenciales han declarado ya su apoyo a la socialista Ségolène Royal con vistas a la segunda vuelta, mientras que los de derecha se han mostrado más cautos y prefieren esperar a la posición que exprese Nicolas Sarkozy.
Media docena de aspirantes a la izquierda de Royal, entre comunistas, ecologistas, trostkistas y anti-globalización, dejaron claro que respaldarán a la representante socialista.
Entre todos ellos suman aproximadamente un once por ciento, al que se añade al veinticinco por ciento obtenido por Royal.
LA DERECHA ESPERA. En el otro bando ideológico, que suma un quince por ciento de votos, hubo menos concreción, empezando por el candidato de ultraderecha Jean-Marie Le Pen, que con algo más del once por ciento de los votos ha perdido apoyo en beneficio de Sarkozy, que ha desarrollado un discurso marcadamente derechista. Le Pen dijo que anunciará el 1 de mayo sí recomienda el voto a uno de los candidatos, mientras que su hija Marine, que es dirigente del Frente Nacional, subrayó que sus votos “no se venden”, una manera de ganar tiempo mientras llega un eventual mensaje de Sarkozy.
El representante de la derecha soberanista Philippe de Villier, con casi 2,5 por ciento, afirmó hoy que “no soy propietario de mis votos”, por lo que evitó dar indicaciones a sus seguidores, que ideológicamente están cercanos a los de Sarkozy.
Al margen de todos estos partidos queda la centrista UDF de François Bayrou, que con el dieciocho por ciento de los sufragios y unos siete millones de votantes se han convertido en la fuerza clave.
Bayrou eludió ayer pronunciarse sobre el sentido de su voto el 6 de mayo, porque probablemente en los próximos días será cortejado por los dos candidatos, necesitados de sus votos para alcanzar el Palacio del Elíseo.