“Propuse que cada uno de los países tenga libertad de poder negociar tratados de libre comercio. Si no, el Mercosur se convierte en una carga, y nosotros lo que necesitamos es comercializar, no cerrarnos”, dijo Milei en una entrevista publicada ayer por Forbes Argentina.
Milei, quien asumió el pasado 6 de diciembre la presidencia semestral del bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, sostuvo que “a efectos prácticos” el Mercosur “no ha funcionado como una herramienta para promover el comercio”.
“No digo salir del Mercosur, lo que digo es cambiar las condiciones en las cuales nos relacionamos porque nos estamos perjudicando todos”, aseveró el mandatario argentino.
Milei ratificó que su “objetivo” es negociar un tratado de libre comercio entre Argentina y los Estados Unidos, una vez que Donald Trump asuma la presidencia de ese país, en enero próximo.
El Tratado de Asunción, el acuerdo fundacional del Mercosur, impide que los países miembros plenos del bloque negocien acuerdos comerciales con otros mercados de manera independiente y no como bloque.
El debate sobre una flexibilización de estas normas no es nuevo en el Mercosur, donde las decisiones se toman por consenso y no por mayoría.
La discusión, atravesada siempre por el signo político de los presidentes de turno en cada uno de los países socios, ha crecido en los últimos años, en un contexto de retracción prolongada del comercio dentro del Mercosur, falta de convergencia normativa que obstaculiza el comercio y aplicación desigual del arancel externo común (AEC) de la unión aduanera. EFE