Este territorio quedó prácticamente incomunicado del resto del mundo por la erupción de un volcán submarino, que cortó el cable de conexión de la isla, que ahora depende de la señal irregular de los teléfonos satelitales.
La monumental columna de humo del volcán alcanzó una altura de 30 kilómetros y regó cenizas, gas y lluvia ácida en una zona muy amplia del Pacífico.
El tsunami que le siguió levantó olas de hasta 15 metros en las costas de Tonga, según un comunicado del gobierno.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) dijo el martes que tres personas habían muerto, citando al gobierno tongano. AFP