Su tempranera partida dejó consternados a los amantes del salonismo. Darío Herrera (34 años) cosechó una importante carrera deportiva que se destacó por los logros personales y colectivos que lo catapultaron como un ícono del deporte “chico” de los últimos tiempos.
Considerado por muchos como el “mejor pivot del mundo”, Darío supo brillar en el fútbol de salón tradicional, en el futsal FIFA y en el fútbol de playa, con el que llegó a disputar el primer Mundial con los Pynandi.
El fútbol de salón es la disciplina en la que más lauros consiguió, con ocho campeonatos nacionales; uno a nivel C20 con Encarnación y siete a nivel de mayores que detallamos: Con Caaguazú 2009, Presidente Franco 2012, Horqueta 2013, Paranaense 2014, Horqueta 2015, Concepción 2016 y Presidente Franco 2018, consagrándose en este último como goleador histórico de una competencia con 17 tantos.
Con la Albirroja, el goleador fue parte de dos mundiales, en Colombia 2011 y Bielorrusia 2015, alcanzando la final en ambas y coronándose como artillero de la competencia en Europa.
A nivel internacional jugó para los Leones de Nariño de Colombia donde también supo consagrarse campeón y goleador, sumando además otros títulos continentales con Gomería los Amigos de Encarnación y Halcones de CDE.
CONQUISTA DE AMÉRICA. Herrera dejó su huella también en el futsalFIFA, logrando con Cerro Porteño la Copa Libertadores 2016. Fue clave en la final anotando un gol y dando una asistencia. Poseedor de varios reconocimientos como goleador en torneos nacionales e internacionales, Herrera será recordado por ser un hombre récord, garantía de éxito y poseedor de grandes cualidades, que lo ubicaron como uno de los referentes del “fútbol chico”. El deporte nacional está de luto con tan irreparable pérdida.
“Extraordinario”
“Fue un extraordinario jugador y mejor persona, el deporte nacional pierde mucho con su pronta partida”, expuso Cristian Garcete, compañero de Herrera en la selección de salonismo.
El portero, 5 veces mundialista, además puntualizó: “Un gran compañero, siempre competitivo, conocía los grupos y siempre orientaba a los más jóvenes. Es una triste partida”.