País
"Hay que articular ecología con problemas sociales"
La necesidad de articular el paradigma ecológico de proteger la naturaleza con los acuciantes problemas sociales, a fin de establecer vínculos que permitan un desarrollo sustentable entre la ciudad y el campo, es la propuesta que hace Nicole Mathieu, doctora en Historia de la Universidad La Sorbona, de París.
La catedrática francesa, quien anoche brindó la conferencia La gran ciudad y el desarrollo sustentable: vínculo rural/urbano, en el marco de la Fiesta de la Francofonía, afirmó que actualmente para alcanzar ese objetivo es necesario contar con la visión de un científico que aporte conceptos nuevos, diferentes a la aplicada sectorialmente por la clase política.
"Esto no se debe encarar por partes. Siempre hay que tener en cuenta las dos corrientes, la ecológica y la social. Estos vínculos no pueden ir disociados del contexto ge neral. Lo que pasa en la actualidad es que siempre se pone una idea superficial que no se profundiza", sostuvo.
"La cuestión no tiene que ser vista como un simple crecimiento ni por los países en vía de desarrollo ni por las naciones consideradas ricas. Hay que pensar que las grandes ciudades tienen naturaleza dentro y que la gente se relaciona con ella", insistió.
UTOPÍA. En otro momento, Nicole Mathieu indicó que el tema del desarrollo sustentable se plantea como una utopía nueva que sugiere articular cosas que a simple vista no se pueden articular. "La sustentabilidad no es cuestión fácil. Hay tanta contradicción entre la economía, la Constitución, la cuestión social. El vínculo es de contradicciones y no sé si está articulado con la equidad social", apuntó.
Manifestó que "se trata de una utopía que vale la pena ser analizada por un científico. Personalmente creo que es muy difícil que un político atienda esto, porque ellos no son listos para hacer una política sustentable".
"Son los científicos quienes deben llevar nuevas ideas y ayudar a los políticos a ver que haciendo las cosas sectorialmente, al final no sirve para nada, no beneficia a nadie. Deben producir nuevos conceptos e instrumentos", precisó.
"La relación urbano rural fue pensada con una visión materialista en el siglo XIX. Había una división de clases entre ciudadanos y los del campo, los agricultores y los otros. Eso desapareció en el siglo XX y fue sustituido por una óptica demográfica, estadística. Ella ve a la ciudad como un agregado de población, donde la gente se reduce a individuos estadísticos que van del campo a la ciudad por desocupación o por falta de trabajo en el campo", explicó.
Puntualizó que "introducir normas de otros países, modelos de otras naciones, como si fuera lo ideal, es un error. Se debe pensar desde la realidad material de cada país. Se debe identificar exactamente cada cuestión y reconstruir la relación urbano-rural para ver cómo se puede hacer algo mejor para la gente, que le permita vivir y no sobrevivir".
La catedrática francesa, quien anoche brindó la conferencia La gran ciudad y el desarrollo sustentable: vínculo rural/urbano, en el marco de la Fiesta de la Francofonía, afirmó que actualmente para alcanzar ese objetivo es necesario contar con la visión de un científico que aporte conceptos nuevos, diferentes a la aplicada sectorialmente por la clase política.
"Esto no se debe encarar por partes. Siempre hay que tener en cuenta las dos corrientes, la ecológica y la social. Estos vínculos no pueden ir disociados del contexto ge neral. Lo que pasa en la actualidad es que siempre se pone una idea superficial que no se profundiza", sostuvo.
"La cuestión no tiene que ser vista como un simple crecimiento ni por los países en vía de desarrollo ni por las naciones consideradas ricas. Hay que pensar que las grandes ciudades tienen naturaleza dentro y que la gente se relaciona con ella", insistió.
UTOPÍA. En otro momento, Nicole Mathieu indicó que el tema del desarrollo sustentable se plantea como una utopía nueva que sugiere articular cosas que a simple vista no se pueden articular. "La sustentabilidad no es cuestión fácil. Hay tanta contradicción entre la economía, la Constitución, la cuestión social. El vínculo es de contradicciones y no sé si está articulado con la equidad social", apuntó.
Manifestó que "se trata de una utopía que vale la pena ser analizada por un científico. Personalmente creo que es muy difícil que un político atienda esto, porque ellos no son listos para hacer una política sustentable".
"Son los científicos quienes deben llevar nuevas ideas y ayudar a los políticos a ver que haciendo las cosas sectorialmente, al final no sirve para nada, no beneficia a nadie. Deben producir nuevos conceptos e instrumentos", precisó.
"La relación urbano rural fue pensada con una visión materialista en el siglo XIX. Había una división de clases entre ciudadanos y los del campo, los agricultores y los otros. Eso desapareció en el siglo XX y fue sustituido por una óptica demográfica, estadística. Ella ve a la ciudad como un agregado de población, donde la gente se reduce a individuos estadísticos que van del campo a la ciudad por desocupación o por falta de trabajo en el campo", explicó.
Puntualizó que "introducir normas de otros países, modelos de otras naciones, como si fuera lo ideal, es un error. Se debe pensar desde la realidad material de cada país. Se debe identificar exactamente cada cuestión y reconstruir la relación urbano-rural para ver cómo se puede hacer algo mejor para la gente, que le permita vivir y no sobrevivir".
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