El empresario luqueño y su hijo Fernando González Karjallo están imputados por usura y lavado de dinero.
De ser acusado, el poderoso prestamista enfrentaría juicio oral y público, lo que es esperado por varias personas que se declaran víctimas del hombre.
Las pesquisas en torno al caso revelan que RGD, conocido prestamista de Luque, otorgaba altas sumas de dinero a personas que requerían su servicio, a intereses muy altos. A cambio les pedía cheques como garantía.
Como al deudor se le hacía imposible honrar la deuda, debido a los intereses usuarios, Ramón, presuntamente, utilizaba los cheques para denunciar a sus clientes por estafa.
Para esto, según las presunciones, contaba con el apoyo de su hermano Óscar González Daher, otrora titular del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, que supuestamente presionaba a los fiscales para procesar a los deudores de su hermano.
Ramón y su hijo Fernando estuvieron recluidos en la Agrupación Especializada por estos casos, desde el 15 de noviembre de 2019 hasta el 19 de mayo de 2020, en que recuperaron su libertad por orden del juez Humberto Otazú, que determinó que ya compurgaron la pena mínima establecida para estos casos.
PERJUDICADOS. Desde que los casos salieron a luz, varias personas se autodenominaron víctimas del ex dirigente deportivo.
Una de ellas brindó su testimonio a Última Hora, pidiendo que se resguarde su identidad.
La persona afirma que trabajó palmo a palmo con Pedro Acosta, representante de Vita Cosméticos, supuestamente ligado al esquema liderado por RGD.
Aseguró que Acosta trabajaba con Ramón en descuentos de cheques y préstamos, e inclusive, declaró que ambos se frecuentaban cada tanto.
Varias personas ya habían denunciado al empresario, por contar con un esquema de cambio de cheques, en el que dejaba a las víctimas con una doble deuda, presuntamente. Días atrás Última Hora pudo acceder a un audio en que Acosta se jactaba de ser el “mimadito de Ramón”.
“Se sabía que Pedro se iba cada semana junto a Ramón y que inclusive, lo visitaba en la Agrupación Especializada. Es una rosca mafiosa. Ellos son íntimos”, señaló el hombre, uno de los que espera justicia.
Presunto esquema
Supuestamente Acosta creó una cadena de negociados en la que la víctima salía doblemente estafada.
Según denuncias, ofrecía créditos rápidos a diferentes personas y proponía cambiar cheques.
Él daba un cheque (nunca personal, sino de sus sociedades que terminaban extintas) y a cambio, pedía otro cheque por el mismo monto como garantía.
Supuestamente pedía cheques diferidos o al portador, y en este último él se encargaba de llenar los montos.