Su interés hacia lo artístico ya la acompañaba desde pequeña. “Me encantaba expresarme, dibujar y bailar; estudie ballet clásico”, comenta al recordar sus primeros contactos con el arte. Siendo adulta, se inclinó a la actuación al encontrar en ella una forma de incidencia social.
“Ya en la adultez, me inicié en el arte dramático con el maestro Wal Mayans. Decidí que la actuación era a lo que quería dedicarme cuando dimensioné la importancia del rol del arte como un instrumento que permite cambios de gran magnitud en la conciencia social de un país” expresa.
INSPIRACIÓN. En la cinta, da vida a Ana Morel, personaje a la que califica de “misterioso” y la que fue inspirada en los paraguayos que se criaron en el extranjero y que “llevan en el corazón el deseo de reencausar su destino y también la historia del país”, señala la actriz al mismo tiempo de recordar que sintió sorpresa, orgullo y miedo. “Pero ese miedo que da gusto”, cuando le invitaron a hacer parte de El Supremo Manuscrito.
Para su papel, no solo se limitó a inspirarse en actrices y nutrirse con películas, sino que mantuvo presente en la construcción de su personaje a “esos paraguayos y paraguayas que tuvieron la oportunidad, dentro del exilio, de crecer con una mentalidad libre”, refiere la actriz que interpreta en el largometraje a una hija de exiliados que vuelve a Paraguay al enterarse que el manuscrito original de la obra Yo el Supremo, del escritor Augusto Roa Bastos será subastada en Encarnación.
NACIONAL. Cursando actuación en la Dawson College de Montreal, en Canadá, al referirse al séptimo arte, la actriz declara que “hacer cine es mágico, pero hacerlo en Paraguay es místico”, en razón de “los milagros que requiere a causa del subdesarrollo económico, educativo, cultura y técnico”; aspectos que interfieren en todos los procesos de la producción de una cinta.
“Dada las restricciones presupuestarias, el desafío es entrar muy rápidamente en el personaje. Tenemos muy pocas tomas disponibles para construir el papel a través del montaje. Se requiere mucha concentración, disciplina, es un trabajo exigente. Pero al final del día, a pesar de todas las dificultades para hacer cine en Paraguay, es una gran satisfacción”, reflexiona.
La cinta protagonizada por Sandra es un trhiller de suspenso político y literario, que gira alrededor de temas como la corrupción, la herencia de la dictadura, la idea del poder, aspectos que son centrales en la obra de Augusto Roa Bastos, uno de los referentes más importantes de nuestra cultura. Para la actriz, visitar su obra a través de la película constituye una invitación al desarrollo de la libertad de expresión.
“Una obra viviente como la del célebre escritor Augusto Roa Bastos puede reflejar algo nuevo para cada generación. Tal vez en El Supremo Manuscrito tome el sentido de la herencia que dejó el periodo de la dictadura, pero su fuerza es la de inspirar a nuevas generaciones de artistas a emprender la construcción de universos que puedan nutrirse de la riqueza de la imaginación del ilustre autor”, destaca la artista.
ENTREVISTA A SANDRA GUILLéN, protagonista de el supremo manuscrito
Ante el estreno de la película nacional El Supremo Manuscrito, la actriz Sandra Guillén encara su primer rol protagónico. En entrevista con ÚH, aborda detalles de su papel, de la cinta y del cine paraguayo.
Perfil
Sandra Guillén nació y vivió hasta los 18 años en Ciudad del Este, Alto Paraná. En la adultez, luego de trabajar por 10 años en la industria de la moda, se inició en la actuación; “En la historia del cine muchas actrices pasaron del mundo de la moda al séptimo arte” recuerda al contar su experiencia. En su primer rol protagónico, interpreta a Ana Morel en la película nacional recientemente estrenada, El Supremo Manuscrito. Se encuentra estudiando actuación en la Dawson College de Montreal, en Canadá, curso que pretende terminar para seguir interpretando papeles en nuevas producciones fílmicas.
Requiere mucha concentración, disciplina, es un trabajo exigente. Pero al final del día, a pesar de todas las dificultades para hacer cine en Paraguay, es una gran satisfacción.
Una obra viviente como la del célebre escritor Augusto Roa Bastos puede reflejar algo nuevo para cada generación.