Al menos 2.000 kilos de granos por hectárea deben obtener los agricultores para cubrir los gastos que representa el cultivo de la superficie. Sin embargo con las primeras cosechas se están observando apenas entre 1.000 y 1.200 kilos.
El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, mencionó los efectos de este comportamiento si continúa la tendencia. Refirió que ya no se trata de pérdida de expectativas, sino de pérdidas reales que repercutirán en refinanciación de deudas y renegociación de ventas anticipadas. “Hay contratos que pueden no cumplirse de acuerdo a los volúmenes que uno comprometió previamente. Estamos yendo hacia uno de los peores escenarios”, advirtió el dirigente.
Se estima que alrededor de un 30% de la producción aún sin cosechar se negoció a futuro y que ahora están en riesgo. A esto se suma la menor calidad que se observa en las recolecciones de la variedad tempranera, pues los granos muestran aún un color verde. Las plantas deben completar su desarrollo en 120 a 130 días, pero debido a la falta de lluvias y el extremo calor, están listas para cosechar a los 90 días, pero con mala calidad.
Cristaldo estima que también se adelantarán las cosechas de las variedades de medio ciclo y las tardías.
Medidas. Ante este escenario, la Asociación de Productores de Soja solicitaron a la Subsecretaría de Tributación el pago de los anticipos del Impuesto a la Renta Empresarial. La institución confirmó que los agricultores que confirmen mermas de más del 50% podrán dejar de abonar las cuatro cuotas en el 2022.
La Cifra
10 millones
de hectáreas era la meta inicial de producción de soja. El sector habla de un riesgo de merma de incluso el 50%.