“Luego de la querella por delitos de sedición y terrorismo (que tramita la Fiscalía boliviana), en los próximos días se presentará otra demanda, por crímenes de lesa humanidad en La Haya”, dijo Arturo Murillo, ministro de Gobierno (Interior).
Morales, que dimitió el 10 de noviembre tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y en medio de una convulsión social, es investigado por un audio en el que una voz –que el Gobierno afirma es del ex mandatario– llama a cercar las ciudades y cortar el suministro de combustible y alimentos.
El ex mandatario, que gobernó el país durante casi 14 años, “debe responder ante la justicia por lo que hizo y sigue haciendo, además de sus cómplices que tienen participación en los luctuosos hechos que vivieron los bolivianos”, agregó Murillo.
Bolivia se vio sacudida por violentas manifestaciones que dejaron al menos 33 muertos tras las elecciones del 20 de octubre que dieron como ganador a Morales, pero que luego se anularon por las “graves” irregularidades que reportó una misión de la OEA.
Morales, ahora asilado en México, denunció el miércoles último que Interpol lo buscaba en Sudamérica “por delitos que no existen”.
El fiscal de La Paz, William Alave, confirmó luego que Interpol “activó esta notificación azul, que significa que esta persona es investigada”, pero el fiscal general de Bolivia, Juan Lanchipa, lo desmintió.
Mientras, el ministro Murillo se hizo eco de protestas públicas sobre la presencia en el país de un grupo de activistas de derechos humanos y aseguró que quieren “incendiar el país”, a los cuales estarán controlando. AFP