Representantes de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Adepo) de Bolivia se encuentran en el país participando de la Expo Pioneros en el Chaco Central. Allí el coordinador de la Unidad de Investigación de Santa Cruz, Diego Baldelomar, visitó las parcelas de investigación del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), que trabaja en el mejoramiento de la soja.
Sus variedades no solo se utilizan en Paraguay, sino que también se exportan. Al respecto Baldelomar explicó que la Sojapar R24 se aplica en zonas similares al Chaco, donde generalmente hay déficit de agua, mientras que la R75 se siembra en los suelos más húmedos, donde se registran lluvias de 1.500 milímetros por año. También se comercializa en el territorio boliviano la R19.
Respecto a los beneficios detalló que la R24 se destaca por su precocidad y alto rendimiento con techos de 4,5 millones de toneladas por hectárea. No solo es tolerante a la sequía, sino que es resistente a la roya, que en Bolivia puede causar una pérdida de rendimiento de hasta 90%.
En el país vecino adoptan la biotecnología paraguaya desde hace unas cuatro a cinco campañas agrícolas y su uso se fue expandiendo cada vez más. El siguiente ciclo de siembra empieza entre mediados de junio y julio.
La delegación boliviana se encuentra en el Chaco para observar el desempeño de las variedades ya conocidas, así como para interiorizarse de las nuevas líneas que ofrece Inbio.
Además están próximas a aprobarse en Bolivia las variedades de Sojapar R82 y R49.