La Gobernación de Florida declaró el estado de emergencia sanitaria como medida proactiva ante el brote de hepatitis A que aqueja a EEUU, donde causó 221 muertos desde 2016, y urgió al público a vacunarse contra esta enfermedad.
“Instamos a la vacunación y enfatizamos la importancia de lavarse las manos regularmente”, señaló ayer Jeanette Núñez, vicegobernadora de Florida, estado donde los casos de esta enfermedad altamente contagiosa ya superaron este año los 2.000.
La funcionaria hizo un llamado a través de su cuenta de Twitter a prevenir aún más la propagación de la hepatitis.
Desde 2016, 25 estados han reportado brotes de hepatitis A, con un total de 22.566 casos, 13.352 hospitalizaciones y 221 muertos hasta el 16 de julio, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.
El cirujano general de Florida, Scott Rivkees, declaró esta semana la emergencia de salud pública en el estado para abordar el brote nacional actual. “Estoy declarando esta emergencia de salud pública como un paso proactivo para alertar adecuadamente al público de esta grave enfermedad y prevenir una mayor propagación de la hepatitis”, sostuvo Rivkees.
En Florida, los condados con impacto crítico de la enfermedad son Brevard, Citrus, Glades, Hernando, Hillsborough, Lake, Liberty, Manatee, Marion, Martin, Okeechobee, Orange, Pasco, Pinellas, Sumter, Taylor y Volusia. Los casos de hepatitis A superaron este año los de 2018 con 2.034 reportados desde el 1 de enero hasta el 27 de julio. “La mejor manera de prevenir la hepatitis A es a través de la vacunación”, enfatizó Rivkees.
La hepatitis A es una enfermedad contagiosa que generalmente se transmite de persona a persona a través de objetos, alimentos o bebidas que están contaminados por pequeñas cantidades de materia fecal de una persona que la padece.