La fiscalía anticorrupción española propuso ayer investigar el presunto pago de comisiones por la concesión del tren de alta velocidad a La Meca, que podrían haber beneficiado al rey emérito Juan Carlos I según una ex amante.
En un comunicado, la fiscalía ve procedente investigar una posible corrupción en las transacciones comerciales internacionales, a pesar de que los indicios son extraordinariamente débiles y de que Juan Carlos todavía era jefe de Estado en el supuesto momento de los hechos, 2011, por lo que gozaba de inviolabilidad.
En cambio, desestimó seguir investigando la presunta existencia de cuentas bancarias y terrenos ocultos del monarca (1975-2014) en el extranjero, alegando que los indicios son notoriamente insuficientes.
Cuatro años después de su abdicación, forzada por los numerosos escándalos que corroían a la monarquía, Juan Carlos I se encontró de nuevo en el ojo del huracán por la filtración en julio de unas grabaciones a su ex amante, Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
En ellas, esta aristócrata alemana explicaba a su interlocutor, un turbio ex comisario español encarcelado por supuesto blanqueo, que el rey emérito escondía cuentas bancarias en Suiza a nombre de un primo suyo y la había utilizado a ella para ocultar un terreno en Marruecos.
Igualmente, siempre según su versión, Juan Carlos habría cobrado a través de una intermediaria iraní una comisión por la concesión del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí, a un consorcio de empresas españolas. afp