Los investigadores manejaban la información de que un teléfono que fue robado se estaba comercializando en el sitio; sin embargo, no hallaron lo que estaban buscando.
El móvil fue sustraído en medio de un asalto a una mujer trabajadora.
Cuando realizó la denuncia y el caso llegó a los investigadores, se pudo determinar, a través del GPS, que el teléfono se encontraba en el local allanado.
“El GPS marcaba que el celular se encontraba en el negocio. Mucho tiempo estuvo ahí”, explicó la fiscala.
El dueño del local, cuya identidad no fue revelada, será imputado por reducción, expresó la agente del Ministerio Público.
Estos lugares de venta al menudo están bajo la lupa, tanto de la Fiscalía como de la Policía, ante la sospecha de que comercializan aparatos robados.
Uno de los métodos utilizados en el mercado negro para volver a vender un celular robado es cambiando los números de IMEI (Sistema Internacional para la Identidad de Equipos Móviles) para eludir el bloqueo