19 abr. 2024

Financiación de salarios con deuda va camino a ser una bola de nieve

El Tesoro volverá a endeudarse en 2022 para pagar sueldos al personal de blanco, ante la alta rigidez presupuestaria. Analistas piden frenar esta política antes de que sea insostenible.

El Estado recurrió al endeudamiento para pagar sueldos, jornales y bonificaciones al plantel médico por un total de G. 490.051 millones en el 2020 y G. 180.631 millones en lo que va de este año.

Pero lejos de ser una política temporal por la crisis que trajo consigo la pandemia, y en contramano a las auspiciosas estadísticas y proyecciones de cierre de año e inicio del próximo, el 2022 será el tercer año consecutivo en el que el Tesoro Público tomará deuda para financiar el gasto salarial del personal de blanco que forma parte del anexo del Ministerio de Salud.

Es que en la sesión realizada el pasado miércoles, donde se estudió el proyecto de ley que establece el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2022, el Senado sancionó, a pedido de la cartera sanitaria y con la venia del Ministerio de Hacienda, una reprogramación de G. 150.000 millones (USD 21,5 millones) para financiar un reajuste de sueldos por vínculo, bonificaciones, reducción de la carga horaria y nuevas contrataciones.

Para el efecto, los legisladores suspendieron nuevamente la denominada “regla de oro” de la Ley de Administración Financiera y uno de los pilares de la solidez fiscal tantas veces promocionada por las autoridades. Este precepto prohíbe financiar gastos corrientes con préstamos o dinero proveniente de la emisión de bonos.

Freno. Esta situación preocupa a analistas económicos como César Barreto y Luis Rojas, quienes coinciden en que este tipo de políticas debe ser urgentemente repensada para no repetir los errores de otros países.

Para el ex ministro de Hacienda, además de que es inviable seguir aprobando gastos salariales sin un profundo análisis de las necesidades de la gente y de la calidad de los servicios, con este tipo de leyes se están ampliando el desorden administrativo y las inequidades salariales.

Considera como un agravante que esa deuda debía ser destinada a la compra de vacunas, por lo que cree que debe ponerse un freno a esto antes de que se convierta en una bola de nieve y se empiece a caminar por el sendero de la insostenibilidad de las finanzas públicas.

Luis Rojas, por su parte, dijo que si bien los reclamos médicos son legítimos, es preocupante que ante cualquier imprevisto el Estado recurra a la deuda. Insistió en la necesidad de una verdadera reforma tributaria y que estas políticas sean financiadas con ingresos genuinos que pueden venir de un mayor aporte de sectores que generan mucha riqueza, como el agropecuario, financiero y tabacalero.

El PGN 2022, tras pasar por Senado, volvió a Diputados para el estudio de los cambios hechos en Cámara Alta. Además de aprobar la reprogramación para el Ministerio de Salud, el Senado repuso los recortes al FEEI y Fonacide, otorgó aumentos a jueces de Paz y confirmó la ampliación al TSJE para aportes a los partidos políticos, entre otros.

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Techo histórico
Mientras se siguen financiando gastos corrientes con deuda pública, los compromisos asumidos por el Estado no paran de crecer y al cierre de octubre ya llegaron a USD 13.416,2 millones, lo que equivale al 33,4% del PIB y un nuevo techo histórico, según el reporte de Hacienda.Las estadísticas oficiales indican que, desde que arrancó la pandemia en 2020, el pasivo paraguayo aumentó en USD 4.557 millones, pasando de los USD 8.859 millones al monto citado en el párrafo anterior. En términos porcentuales, el incremento es del 51,5% (ver la infografía).