La fiesta en honor a la Virgen del Paso de la localidad de Itapé, Departamento del Guairá, se realizará con público, según anunciaron las autoridades religiosas de la zona. El evento no se pudo realizar con presencia masiva el año pasado debido a la pandemia del coronavirus (Covid-19).
Tras más de un año, los feligreses podrán participar de la festividad religiosa pero respetando las medidas sanitarias. El padre Blas Arévalos, vicario general de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo, confirmó la noticia tras una reunión en la institución, donde resolvieron que la festividad sea habilitada a todo el público.
Además, mencionó que en el novenario también podrán participar todos los devotos, para ir retomando la fiesta tradicional de la Virgen del Paso.
El padre Arévalos indicó que debido a la pandemia del Covid-19, se imposibilitó desarrollar el año pasado la fiesta con una masiva concurrencia, que era tradicional cada año.
Cada 18 de diciembre, Itapé acostumbra a recibir a más de 80.000 personas de diferentes puntos del país y el mundo, quienes entregan oraciones o cumplen promesas en la capital espiritual del Guairá.
En cuanto a la cantidad de feligreses, entre otros puntos relacionados a la organización de la fiesta, aún se siguen ajustando y muy pronto serán revelados por la organización.
La fiesta en honor a Tupãsy Paso se acostumbra realizar con atractivos novenarios, con la participación de diferentes comunidades de todas clases sociales.
En la víspera se realizan oraciones y peregrinaciones, mientras que en el día central se realiza una multitudinaria misa seguida de la procesión náutica en las caudalosas aguas del río Tebicuarymi.
HISTORIA. En el año 1954, la imagen de la Virgen de Caacupé se dirigía al distrito de Tebicuary y debido al mal estado del camino fue trasladada por el río Tebicuarymi, por Itapé, donde al cruzar su manto rozó las aguas caudalosas y desde aquel entonces han ocurrido distintos hechos considerados como milagrosos por los devotos.
Ese mismo año se vieron los primeros milagros en la zona. Los antiguos pobladores comentan que apareció un gran cardumen de peces en una época de hambruna. Cuentan que tan solo bastaba introducir la mano al agua para extraer algún pez.
Asimismo, varias personas con enfermedades terminales señalaron que se vieron curadas gracias a la intercesión de la madre milagrosa.
En el año 1956 se había erigido un oratorio en homenaje a la Virgen, a orillas del río Tebicuarymi, debido a que gracias al paso de la Virgen se han vivido experiencias sobrenaturales que hasta ahora son recordadas por los lugareños.
Cada 18 de diciembre, la feligresía católica recuerda a la Virgen del Paso de Itapé, peregrinando hasta su santuario natural, y este año la expectativa es recibir nuevamente al público, aunque la cantidad aún no se ha precisado de parte de los organizadores.