19 abr. 2024

Familia de secuestrado reconoce que no podrá cumplir con exigencias

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Las cuatro personas fueron tomadas por los desconocidos en horas de la tarde de este lunes de una estancia en la ciudad de Santa Rosa del Aguaray.

Foto: Gentileza.

La familia del secuestrado por la banda criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Pedro Reimer Loewen (23), reconoció ayer ante los fiscales que no tienen los 500 mil dólares para repartir en víveres entre veinte comunidades del interior del país, como les exigen los secuestradores.

Se maneja la información de que el grupo armado puso como fecha límite el próximo lunes 13 de diciembre para que los familiares cumplan con esta exigencia; si así lo hacen, se comprometen a liberar al secuestrado.

Los criminales exigen la entrega de víveres, ropas y calzados a comunidades como la Chacarita, el barrio Pelopincho, Colonia Pozo Azul, Sidepar 3000, Yvy Poñy, Colonia Pindó y otros.

Reimer y otros tres trabajadores fueron secuestrados el pasado lunes, cerca de las 18 horas, en la estancia Guyra Campana, ubicada entre las estancias Alegría, La Yeya y Lucipar, en Santa Rosa del Aguaray, Departamento de San Pedro.

Ayer, los allegados a la víctima se reunieron se reunieron con los fiscales Lorenzo Lezcano y Pablo Zárate y les informaron que no podían cumplir con la exigencia de los criminales por no contar con el dinero necesario. Luego se reunieron con los principales administradores de las colonias menonitas para tomar una decisión acerca de las exigencias.

AL AZAR. El fiscal Lezcano indicó que los miembros del grupo criminal no realizaron trabajo de inteligencia previo para secuestrar al joven colono. No manejaban el nombre del joven y le habrían hecho escribir con su puño y letra en el panfleto que luego se dio a conocer.

En la tarde-noche del lunes, Reimer estaba trabajando con otras tres personas, por una motobomba. Ya se disponían a volver, subieron a una camioneta y por el camino fueron sorprendidos por cuatro hombres vestidos de para’ i que realizaron disparos para intimidar y se llevaron a las cuatro personas, caminando por más de 1.000 metros. Luego liberaron a tres de ellas y le entregaron los panfletos.

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