Adriana Saccarello Farías y Christian Gromoll Grillón se conocieron en el año 2004, en el cursillo de la Facultad de Derecho. Ella es organizadora de eventos y su esposo es propietario de una empresa gastronómica. “Ambos empezamos a trabajar con mi suegra, Desirée Grillón, quien se dedica a la organización de eventos, un rubro muy sacrificado. De mi parte tuve que elegir entre mi trabajo y la carrera de Derecho porque cada vez me demandaba más el trabajo, era muy difícil congeniar por el tema de los horarios”, explica Adri, como cariñosamente se la llama.
Más tarde, Christian tuvo que dedicarse a otro rubro y Adriana continuó con Desirée, hasta que en la actualidad es como su mano derecha. “La gente piensa que Desirée es mi mamá, según la gente soy muy parecida a ella y pensaban que Christian y yo éramos hermanos”, comenta entre risas.
La pareja tuvo una relación de noviazgo de 10 años y se casaron en el 2014, pero los hijos no llegaban hasta el 2017. La llegada del primer bebé fue superesperada, pues en los primeros años Adriana no quedaba embarazada y fueron tiempos de frustración. Hasta que se relajó un poco y vino Alexander, quien ya tiene 5 años. Luego, le siguieron Sofía, de 2 años, y Elena, de 1 año. “Ambas vinieron bien de seguido”, destaca.
“La ayuda de mi marido es primordial porque los fines de semana yo no estoy y durante la semana hago oficina. Christian es un superpapá, un supermarido y un supercompañero. Sabe entender la pasión que yo siento por mi trabajo. Tiene la escuela de su mamá; eso también ayuda mucho. Cualquier persona normal no habría entendido mis tiempos, pues no tengo sábados, domingos ni feriados”, señala.
Entre los eventos que le toca organizar están las bodas y asegura que ama su trabajo; sus 24 horas se dividen entre la coordinación y su familia.
“Trato de dedicarle el máximo de tiempo a mis hijos; para mí es calidad y no cantidad. Nos ayudamos mutuamente con mi marido, él es un compañero excepcional. Él es muy dedicado a nuestros chicos, eso me aliviana a mí para ir a trabajar tranquila”, resalta.
En entrevistas anteriores, Adriana también destacaba la disciplina de su esposo, lo que lleva a mantener una rutina familiar ordenada.
En cuanto a los planes para el futuro están: Seguir creciendo juntos y dar lo mejor de ellos a sus hijos. “Así como él me apoya, yo también estoy para él en sus planes e ideas, somos un equipo porque para mí de otra manera no podría funcionar”, relata.
Desirée Grillón, madre de Christian y suegra de Adriana también expresa sus sentimientos: “La familia Saccarello-Gromoll es parte de mi ser, uno por mi hijo primogénito, Adri que es como la hija que Dios me regaló y mis nietos amados, todos son un tesoro dentro de mi vida”.