Con una extraordinaria fortaleza, don Eustacio Escurra celebró sus 104 años de vida rodeado de sus familiares en su humilde vivienda del barrio Obrero de la ciudad de Curuguaty.
A tempranas horas recibió la serenata y el agasajo de las Fuerzas Armadas de la Nación, Primer Cuerpo de Ejército y la Tercera División de Caballería con asiento en la ciudad. Luego los vecinos y amigos lo saludaron.
El benemérito de la Guerra del Chaco es el único sobreviviente de la ciudad, y vive en compañía de su esposa, Lucía de Jesús Martínez de Escurra, con quien tuvo seis hijos: Toribio, Antonia, Timoteo, Rufino, Zenón y Jorge, este último ya fallecido a raíz de un desafortunado accidente con arma de fuego.
Por increíble que parezca, a pesar de la edad, don Eustacio no sufre ninguna enfermedad, “Camina, escucha, habla muy bien y come todo tipo de comidas sin ningún problema, no quiere usar el bastón”, dijo la hija Antonia.
Su hijo Toribio dijo que el excombatiente quedó con traumas de tantas escenas que vivió en las diferentes batallas. “Por ejemplo, él no puede presenciar cuando se matan gallinas o cerdos, porque le hace acordar las acciones de combates en donde varios soldados fueron degollados por las fuerzas enemigas”, señaló.
Don Eustacio Escurra formó parte del regimiento 13 Tuyutí cuando tenía apenas 16 años. Durante la contienda fue herido con un disparo a la altura de la espalda y afortunadamente logró sobrevivir. Algunas pertenencias, armas y otros objetos que utilizó en el campo de batalla fueron entregados al extinto historiador Julio Ferreira Vázquez.