En su Potrerito natal, una compañía de San Juan de Ñeembucú se tuvo una gran fiesta para acompañar a este héroe de la guerra del Chaco. Autoridades departamentales, municipales, militares y estudiantes rindieron tributo a don Próspero en su cumpleaños.
“Todos los días agradezco a Dios por tenerlo con vida”, comenta Edil. Con orgullo señala que son 13 hermanos, y que a todos nos inculcó, la honestidad con un valor importante para la vida. A pesar de los años, don Próspero conserva una extraordinaria lucidez. Recuerda que lo destinaron entre Picuiba y Nanawa. Al principio, a los jóvenes reclutas los destinaron a tareas de construcción de caminos para las tropas. (J.J.B.)