El ex canciller nacional Euclides Acevedo, actual precandidato a presidente de la República para las elecciones de 2023, dio a conocer varios aspectos que aún deben acordar dentro de la Concertación, donde prefiere que prime el consenso antes que la interna. Dijo llevarse bien con los colorados y tiroteó en contra de Efraín Alegre, quien será seguramente un rival directo en la puja por el liderazgo dentro de la oposición. Advirtió que no tolerará el narcotráfico y rechazó ser plan B del actual gobierno colorado.
Acevedo participó del programa Políticamente Yncorrecto emitido por Telefuturo, en el que señaló que aún es muy pronto para saber si las actuales reglas de juego y los actuales candidatos serán los definitivos en la Concertación.
Apuntó que si bien la interna es la forma más democrática de llegar al candidato, es “democráticamente contradictoria porque también excluye”, dijo.
“Es apresurado decir esta es la jugada, porque vamos a tratar de encontrar otra solución”, manifestó.
Añadió que “la temperatura social se mide” en el momento y aseguró que por ello hasta agosto, cuando se inscriben las duplas, “podremos saber las candidaturas que están prendiendo”.
Agregó que otro problema con el que tropezarán es el padrón a ser utilizado.
En relación al titular del PLRA, señaló que es un actor importante, pero alguien que no busca acuerdos salvo los que benefician a él mismo.
“Efraín Alegre tiene el legítimo derecho a mantener sus pretensiones presidenciales. Es evidentemente un jugador político intransigente, hay que decirlo, no se caracteriza por su capacidad de buscar acuerdos ni consensos salvo los contratos de adhesión con él”, sostuvo.
En relación a las chances que tiene para liderar la oposición, trajo a colación la virtud de llevarse bien con todos, tanto con el ex presidente Fernando Lugo y el senador Blas Llano –sus aliados– como también con los colorados, sector del cual precisará votos.
“Muy bien me llevo y si hubiera sido colorado ya hubiera sido ex presidente, porque el Partido Colorado tiene una estructura fantástica, y probablemente si hubiera sido liberal también, porque no nos engañemos, las elecciones se ganan con un rostro, una estructura y dinero. El rostro se puede contratar, la estructura, no”, aseguró.
Negó ser el caballo de Troya de los colorados ni el plan B de Mario Abdo Benítez.
“Por qué yo voy a ser plan B de Marito, si él ya tiene un plan incluso ampliamente publicitado (por Hugo Velázquez). Eso forma parte de la especulación sustentada más en la imaginación que en los hechos”, dijo.
En cuanto a las políticas de gobierno, anticipó que tendrá como espina dorsal la seguridad.
“Yo puedo negociar hasta con el motochorro y peajero, se pueden negociar figuras jurídicas. Pero con ellos (narcotraficantes) nada”, comentó.
Chances. A criterio del veterano político originario del febrerismo, la Concertación de “hecho” y como plataforma para acuerdos es muy útil, más que como instrumento jurídico, figura que calificó de “tramposa”.
“Hay dos tipos de Concertación: está la de derecho, que está en el Código Electoral, que para mí es tramposa porque me somete a mí a un escrutinio electoral que excluye”, señaló.
Dijo que las figuras que pierdan en la interna pierden todo. En cambio, si es un acuerdo de hecho y se establecen repartición de roles, el proyecto se vuelve incluyente.
“Sin embargo, cuando hay una Concertación de hecho mediante acuerdo me puedo distribuir la responsabilidad y hablar sin hipocresía”, refirió.