No contaron con la demarcación y señalización en el 59% de las áreas silvestres protegidas (ASP) de dominio público conforme con sus normativas de creación, es una observación que aparece en el informe. En consecuencia, se describe que no se logró determinar con mayor exactitud los límites y la demarcación en terreno.
La falta de planes de manejos aprobados (herramienta de gestión) en 35 áreas silvestres protegidas del subsistema público, de las 49 existentes, también es otro punto cuestionado.
Los auditores no observaron una significativa coordinación con otras instituciones para la elaboración del manejo y administración del área, como por ejemplo, con municipios, gobernaciones, Fuerzas Armadas y otros.
En consecuencia, se describe que varias unidades de conservación carecen del documento normativo para la implementación y desarrollo del área y su zona de amortiguamiento. Con esto, agrega, se incumple la Ley Nº 352/94 “de Áreas Silvestres Protegidas”.
GESTIÓN. Hasta el periodo de auditoría, el Mades no creó el Fondo Especial de las Áreas Protegidas del subsistema público. Fondo destinado a las actividades y programas que deberán ser desarrolladas en las ASP.
Se cuestiona además la falta de acciones oportunas para la reglamentación de la Ley Nº 352/94 “de Áreas Silvestres Protegidas”, a pesar de transcurrir 26 años de su promulgación. Tampoco se gestionó la conformación del Consejo Nacional de Áreas Silvestres Protegidas.
MONITOREO. El Mades contó con escasa investigación científica en las áreas protegidas de dominio público. Esto, considera el ente contralor, impide el logro de uno de los objetivos de conservación.
“Las actividades de monitoreo de la biodiversidad en estos sitios no se realizaron suficientemente para generar información útil sobre los resultados obtenidos con la gestión. El 76% de las ASP se encuentran con un grado nulo de implementación”, indicó.
La poca cantidad de guardaparques es otra observación. Como impacto las actividades esenciales dentro de las áreas no se han llevado a cabo en un 73%.
Además, los recursos financieros para estas áreas son considerados por la CGR insuficientes para el logro de los objetivos de creación y manejo. Se resaltan deficiencias en la gestión de dotación de equipos, moblajes y servicios básicos.
PRESUPUESTO. En el descargo presentado a la CGR el Mades señala el limitado presupuesto para abarcar todas las necesidades de las áreas silvestres protegidas bajo su dominio en un periodo fiscal, lo que obliga a establecer prioridades para la ejecución.
“Todo el presupuesto del Mades representa apenas el 0,06% del Presupuesto General de la Nación. Cada paraguayo invierte apenas un dólar por persona en el medioambiente. La institución requiere como mínimo aproximadamente un presupuesto de G. 130.084.059.129”, señala un reciente comunicado.