“Más allá de los resultados de estas elecciones municipales, llama poderosamente la atención, y de manera negativa, la violencia política que se dio en semanas y días previos a las elecciones celebradas ayer”, reflexiona la politóloga Sara Mabel Villalba.
Algo que, según su apreciación, no se había dado en la escala de tener personas asesinadas, atentados contra candidatos y candidatas o contra sus familiares.
Para ella, es un fenómeno que lastimosamente se ha agudizado y “se ha destacado en estas elecciones, por lo que merece una profunda reflexión más a allá de los resultados, porque el que exista violencia política implica un deterioro radical del sistema democrático”, advierte.
Agrega a su análisis el afianzamiento que ha cobrado la narcopolítica que ya había aparecido a través de investigaciones en las elecciones municipales anteriores, “pero no había quedado tan patente, porque no hay resultados concretos de las causas, entre otros aspectos”.
Pero esta vez, insiste, el ambiente electoral, a medida que se fue aproximando el día de votación, fue sacudido por personas asesinadas, por atentados contra la vida de candidatos y candidatas en varias partes del país. Por lo que además de una profunda reflexión, requiere un esclarecimiento judicial.
En torno a estos hechos de extrema violencia, la narcopolítica se ha hecho patente. “O por lo menos es la sensación que nos dejan esos atentados y esas muertes”, resalta y apunta que las instituciones deben abordar el tema con urgencia.
La narcopolítica se hace patente. Esa es al menos la sensación, puesto que ha habido asesinatos y atentados. Sara Mabel Villalba, politóloga.