24 abr. 2024

En vez de pelear, el Ejecutivo y la Fiscalía deben trabajar juntos

Resulta un total despropósito que los titulares de los ministerios de Interior y de Justicia y los miembros del Ministerio Público se critiquen unos a otros en forma pública y se echen mutuamente la culpa por la inacción ante la masiva fuga de prisioneros del PCC de la cárcel de Pedro Juan Caballero. Además del vergonzoso escándalo internacional que significó la liberación de 75 peligrosos delincuentes, en un evidente esquema de corrupción, se suma el bochorno del choque entre agentes del Estado, demostrando una situación de rencillas de poder, además de ineficacia, que solo favorece al crimen organizado. En vez de pelear, el Ejecutivo y la Fiscalía deberían aprender a trabajar juntos.

Tras la escandalosa fuga de 75 presos peligrosos, en su mayoría miembros de la organización criminal brasileña Primer Comando de la Capital (PCC), de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay, según se conoció en la madrugada del domingo pasado, se ha desatado una llamativa situación de choque de poderes entre miembros de la Fiscalía y el Poder Ejecutivo, que se da a partir de reproches y acusaciones mutuas ante la inacción.

Los principales cuestionamientos surgieron el martes, durante una larga sesión de interpelación de la Comisión Permanente del Congreso, a la cual asistieron el ministro del Interior, Euclides Acevedo, y la ministra de Justicia, Cecilia Pérez, en donde Acevedo habló de que existe una especie de interferencia en las investigaciones acerca de la fuga masiva de presos por parte de miembros del Ministerio Público. Puso como ejemplo que no se les ha permitido a ambos ministros ver las imágenes, grabadas por las cámaras de circuito cerrado del penal, del momento de la evasión, lo que permitiría confirmar el grado de complicidad de autoridades y funcionarios del penal en la evasión, tal como se presume. Hubo versiones encontradas acerca de si las cámaras de video se encontraban en funcionamiento durante la fuga.

También la ministra de Justicia informó que se había hecho una denuncia pública sobre un ofrecimiento de 80.000 dólares para permitir la fuga de los reos en la cárcel de Pedro Juan, y que en fecha 17 de diciembre último se hizo una denuncia formal ante la Unidad del Crimen Organizado del Ministerio Público, advirtiendo que, según datos de inteligencia, existía un plan para la fuga masiva de los presos pertenecientes del PCC, pero no se adoptaron acciones tendientes a evitarlo. Y que en los últimos días intentó coordinar acciones con la fiscala del caso, María Inés Álvarez, pero la misma no accedió a comunicarse.

Desde el Ministerio Público también se conocieron críticas a los responsables del Poder Ejecutivo. La fiscala María Inés Álvarez cuestionó que “ningún funcionario del Ministerio de Justicia acompañó a los agentes en la capital del Amambay” y dio a entender que la ministra Cecilia Pérez, en lugar de cuestionar, debió hacerse presente en el lugar para respaldar las investigaciones y la búsqueda de los prófugos. La ministra respondió que ella personalmente no viajó a Pedro Juan “por motivos de seguridad”, pero que gran parte de los funcionarios del Ministerio de Justicia sí se hicieron presentes.

Más allá de las críticas y los reproches mutuos, lo que se deja entrever es que existe un fuerte choque de poderes entre miembros del Ministerio Público y representantes del Poder Ejecutivo, algo que en nada favorece a las labores que se deben emprender para lograr la recaptura de los presos fugados, en primer lugar, y para avanzar en las soluciones de fondo a la grave crisis del sistema penitenciario, en donde todo parece indicar que pueden existir más motines y fugas de presos en las principales cárceles del país, sobrepobladas y minadas de corrupción.

Además del vergonzoso escándalo internacional, el choque entre agentes del Estado solo favorece al crimen organizado. En vez de pelear, el Ejecutivo y la Fiscalía deberían aprender a trabajar juntos.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.