Por Miguela Lombardo
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Si bien Paraguay está en un nivel incipiente en materia de Responsabilidad Social, donde todavía se la confunde con la filantropía, la inversión social, el apoyo a la comunidad y la beneficencia, hoy se apunta a que un modelo de Responsabilidad Social pueda contribuir a la sostenibilidad del negocio, donde las empresas o una gran cantidad de empresas adopten este modelo que también contribuye a la sostenibilidad del país.
Esto significa que la empresa cree condiciones para que en un futuro pueda seguir existiendo en condiciones de equidad, de buenas prácticas ambientales y empresariales.
Pero para lograr una mejor difusión de este concepto, se necesita del esfuerzo articulado de actores de distintos sectores. El involucramiento y el trabajo conjunto de todos los sectores, tanto el Estado como el empresarial, la sociedad civil, la prensa, pueden colaborar para empujar hacia otros estándares al sector empresarial. En ese sentido, la Asociación de Empresarios Cristianos (Adec), a través de talleres realiza un excelente trabajo de difusión, de entrenamiento, de formación muy importante en el sector, de modo que los empresarios conozcan. Sin embargo, falta involucrar a la academia para iniciar el trabajo de difusión del tema porque hoy día un profesional de cualquier carrera debe tener esa formación y esa visión, porque al convertirse en un actor más activo del desarrollo del país, su propia visión va a incidir en que realmente se consiga a nivel de desarrollo, la suma de visión individual de todos los profesionales que salen al mercado, que ocuparán cargos en las empresas, que serán directivos o empresarios.
FILANTROPÍA Y RSE. Actualmente aún hay una confusión entre el hecho de hacer filantropía y Responsabilidad Social. Las empresas piensan que realizando una inversión social en su comunidad se convierten en una entidad socialmente responsable, pero el tema está en cómo esa relación con la comunidad en que se desenvuelve se da en forma saludable.
Hay empresas que sin saberlo tienen modelos innovadores, que hoy están planteados como ramas o vetas más innovadoras de la Responsabilidad Social, e ignoran cómo eso contribuye globalmente. Es el caso de empresas del sector productivo en general e industrial, que están integrando a las comunidades donde están insertas en su cadena productiva a través de la capacitación y generación de nuevos proveedores, otorgándole herramientas que necesitan para también crecer como microempresas, que están alineandos a su propia estrategia de negocios.
Ciertos modelos innovadores en Paraguay son la experiencia de Manufactura de Pilar, Frutika, Hierbapar, por mencionar algunos.