Una gran cantidad de camillas descompuestas, ubicadas una encima de otra, están depositadas en una zona restringida en la Unidad de Emergencias del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS). Mientras, los asegurados ante la falta del mobiliario son atendidos hasta en sillas. La guerra por las camillas es cruel en este servicio, denunció la asegurada Mirna Caballero.
Ante la falta de disponibilidad de camillas, su madre, de 55 años, acudió a Emergencias porque tiene problemas renales y quedó sentada en una silla desde las 16.00 hasta la 1.00.
“Todo ese tiempo buscamos una camilla”. La estrategia es estar pendiente de cuando se libera una para poder usar. La paciente renal solo logró acostarse cuando se le dio el alta a otro paciente, luego de esperar casi 10 horas en un sillón. Una historia que se repite desde hace años.
Mirna Caballero lamentó que no se reparen las camillas y que los asegurados sean puestos en sillas y no en un lugar adecuado para recibir atención médica. “No puede ser que la gente de mantenimiento no pueda reparar”, expresó la asegurada. Las camillas tienen partes rotas, ruedas descompuestas y otros detalles que requieren reparación. Caballero destacó la atención médica pero criticó la falta de mobiliarios.
CEMENTERIO DE CAMILLAS. El pedido para la reparación de las camillas ya se entregó a la Dirección de Apoyo y Servicios del Hospital Central, informó la doctora Nancy Noguera, jefa de Emergencias. Pese al pedido aún no hay respuesta, porque estima que venció el contrato con la empresa tercerizada de mantenimiento.
La falta de camillas, es solo uno de los problemas que se atraviesa en Emergencias, admitió la doctora Noguera al tiempo de resaltar que hay una sobrecarga en el servicio ante la gran cantidad de enfermos con cuadros respiratorios. “Eso es mínimo, el problema es que hay muchos pacientes que nos están avasallando. Emergencias queda chica y es un problema de hace años”.
La Unidad de Emergencias del IPS atiende tres veces más que la cantidad que puede absorber. Estimativamente, reciben 150 pacientes por día para un cupo de internación de solo 50 personas, por ello usan los pasillos para ubicar a los pacientes.
“Salen 60 y entran otra vez 60 para internación. Nosotros no deberíamos tener internados, pero se quedan entre dos a ocho días. Es complejo el tema. Es una suma de todo, no solamente camillas, es todo el sistema. Es un hospital dentro de otro hospital”. La centralización de la atención y que este hospital es el único centro de alta complejidad con reanimación y terapia, aumenta la demanda. Se reciben pacientes hasta de Ciudad del Este y Encarnación. Con la habilitación de Ingavi se podrá descomprimir el servicio, estimó.
150 pacientes por día son atendidos en Emergencias.
Sí hay camillas que ya están descompuestas, ya informamos. Eso es mínimo, el problema es que hay muchos pacientes que nos están avasallando. Dra. Nancy Noguera, jefa de Emergencias.