18 may. 2025

El verano brasileño

Édgar Emilio Servín @ServinCoronel

Édgar Emilio Servín

Édgar Emilio Servín

“El Cocid-19 aún no llegó de manera catastrófica a Paraguay. Si lo hace sería entre julio y octubre con gran posibilidad que se extienda hasta febrero de 2021. Habrá que esperar entre estos meses y el final del verano del Brasil para observar la evolución y las consecuencias de la pandemia”. Me dejó pensando por tratarse de quien venía. Profesional médico de reconocida solvencia.

En mis artículos anteriores usted recordará que utilicé los términos “estructura explosiva”, “factor demográfico” e “impulso bélico” como fenómenos incitadores y de relajación comunes en las guerras y en las pandemias. Las primeras como función social, la segunda como factor fisiológico. En esta disciplina –la Estrategia– la “relajación” tiene dos definiciones: En el caso de las pandemias recurrimos a la biología matemática para indicar que significa “acumulación de presión” o “tendencia que deja de ejercerse”. En el caso de las guerras la relajación significa la “detención” por un tiempo más o menos largo del impulso bélico. Guerra y pandemias coinciden en algo: son fenómenos puramente erráticos e independientes de toda causalidad. Así como las guerras, la fisiología a través de las enfermedades también cumple con otras funciones atroces. Por ende, cuando llega una calamidad sanitaria, lo mejor es tomar decisiones apoyadas en las ciencias para así poder combatirla y atenuarla, volverla menos dolorosa.

Ante el éxito reconocido por la prensa internacional sobre el manejo del Gobierno paraguayo en esta crisis desde sus inicios, el siguiente desafío se presenta en la nueva etapa que se inicia. Como la naturaleza jamás requiere de nuestra aprobación y la verdad es que la lógica humana nada tiene que ver con el orden de estos fenómenos, parto del escenario político más crítico que se puede presentar: muertes masivas de personas contagiadas. Esa probable escena exige tomar decisiones políticas ahora. Hacerlas después de la tormenta –si ocurre– será tarde. Por ende, al practicar este análisis entre mis tantas preguntas expongo solo tres: 1) ¿Hay capacidad de autocrítica con respecto a los puntos débiles de la gestión gubernativa? 2) Si así fuere ¿Qué medidas de prevención económica y de logística sanitaria se tomarán para atenuar la creciente insatisfacción ciudadana? 3) ¿Existe coraje para aplicar medidas de shock inmediato consistente en la corrección de los errores anteriores?

Aplicar decisiones exclusivamente políticas en tiempos de pandemias me sugiere pensar solo en un plano antropomórfico –que es el de los hechiceros– y no en uno científico que busca encontrar los verdaderos remedios y las soluciones.

El fallecido cardenal Carlo Martini en su obra Coloquios nocturnos en Jerusalén apoyado en Ignacio de Loyola, propone un método aplicable en toda ocasión para tomar una sabia decisión basada en la audacia y en el coraje: “Primero la razón, segundo el sentimiento y tercero la intuición”.


“Solo descubriendo las funciones que cumple un fenómeno, es que podemos reemplazarlo por otros menos dolorosos y costosos”.