30 may. 2025

El uso de pantallas en menores de 5 años afecta a la capacidad creativa

Los niños menores de dos años no deben ver la televisión ni jugar con pantallas, según las primeras pautas publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para Kathia González, experta en lenguaje y neurodesarrollo infantil, es urgente revertir esta situación.

La especialista refiere que existen varios motivos del porqué los pequeños no deben usar las pantallas ya que a lo largo del tiempo no pueden resistirse a las mismas.

“Los principales motivos son porque tienden a ser multisensoriales, interactivas y los ‘premian‘ cuando ellos ‘hacen click‘. ‘Esta recompensa‘ es en donde los dispositivos emiten sonidos, imágenes, dependiendo del programa, donde consiguen puntos o descubren nuevos escenarios, produciendo en ellos una gran expectativa, y logrando así que continúen haciendo click”, explica la licenciada.

El aumento vertiginoso del tiempo que los niños pasan expuestos a la tecnología diariamente es un hecho que, más allá de ser constatado por numerosos estudios y especialistas, se puede percibir en la mayoría de los hogares de nuestro país. Aunque esto no es nada nuevo para muchos padres, lo cierto es que el confinamiento potenció todavía más que los pequeños se refugiasen en móviles, tabletas, videojuegos y la televisión.

“Dadas las restricciones sociales impuestas en la pandemia, los niños no podían jugar al aire libre, hacer deportes o interactuar con normalidad con sus pares, entonces lo hacían a través de las pantallas, como medio seguro de interacción, y por otro lado tenían mucho tiempo libre, pero no podían salir”, refiere la fonoaudióloga.

Las pantallas y el lenguaje. Más allá de los problemas de sedentarismo, aislamiento social o falta de concentración, la adicción a las pantallas o lo que la experta en lenguaje y neurodesarrollo infantil denomina como Síndrome del niño empantallado afecta seriamente a su capacidad creativa y expresiva. Dicho de otro modo, la ausencia de imaginación dificulta tanto su capacidad para generar imágenes mentales como sus capacidades comunicativas y de desarrollo del lenguaje. Todo ello desemboca irremediablemente en un mayor aburrimiento, apatía y necesidad de consumo exterior.

“La socialización es muy importante para el desarrollo del lenguaje, al no interactuar con sus pares no desarrollan el lenguaje, y su atención solo se focaliza en el dispositivo, afecta en la capacidad de imaginar, problemas para dormir, dolor de cuello son algunos de los riesgos ante la exposición a pantallas”, comenta González.

¿Cuándo no es admisible la pantalla? “Nunca al momento de comer, porque el niño no interacciona con la familia ni la comida, tampoco antes de dormir ya que el estímulo lumínico va en contra de la segregación normal de hormonas que favorecen el sueño.

En contrapartida, es admisible, según la especialista cuando “hay aplicaciones con filtros para niños, como rompecabezas, juegos de asociación, memotest y musicales que son más adecuados que los videos híperestimulantes, evitando aquellos dibujos animados donde las palabras y el lenguaje es incoherente para la edad del niño. El uso de pantallas debe ser consciente, moderado y regulado siempre por un adulto”, concluye.


Síndrome del niño apantallado. Una experta en lenguaje y neurodesarrollo infantil cita las señales de alerta y algunas medidas a ser implementadas ante esta situación.

Algunas recomendaciones
Para reducir el tiempo de los niños en las pantallas, la especialista Kathia González recomienda a los padres implementar estas medidas:
- Reducir el tiempo en pantallas y sustituir con juegos al aire libre en donde puedan echar a andar la imaginación.
- Narrar cuentos, con apoyo de títeres o disfraces y hacerlos participe.
- Inventar juegos con objetos al alcance, por ejemplo, usar ollas como instrumentos musicales o hacer experimentos con materiales sencillos que no sean tóxicos.
- Salir a pasear disfrutando de la naturaleza.