El informe de la comisión del Senado brasileño que investigó la gestión del Gobierno frente a la pandemia formula graves cargos contra el presidente Jair Bolsonaro, tres de sus hijos y cuatro ministros, incluidos en una lista de 80 acusados.
El informe fue aprobado este martes y ahora será remitido a la Justicia, que deberá decidir sobre los eventuales juicios por las supuestas responsabilidades en el combate a la pandemia de Covid-19, que hasta ahora ha matado a más de 605.000 brasileños.
Las sospechas pasan por la promoción de remedios de efectividad dudosa contra el coronavirus, violación de las medidas preventivas, difusión de información falsa sobre la pandemia, uso irregular de dinero público y negociaciones fraudulentas para la adquisición de vacunas, entre muchas otras.
PRINCIPALES ACUSADOS. Los doce principales acusados y los cargos formulados en el informe parlamentario son:
1. Presidente Jair Bolsonaro: Crímenes contra la humanidad. Infracción de medidas sanitarias. Charlatanería médica. Incitación al delito. Falsificación de documentos. Uso irregular de dinero público. Prevaricación. Epidemia con resultado de muerte. Atentados contra la dignidad del cargo.
2. Ministro de Salud, Marcelo Queiroga (en el cargo desde marzo pasado): Epidemia con resultado de muerte. Prevaricación.
3. Ministro de Defensa y ex ministro de la Presidencia, general Walter Braga Netto: Epidemia con resultado de muerte.
4. Ministro de Trabajo y ex ministro de la Secretaría General, Onyx Lorenzoni: Crímenes contra la humanidad. Incitación al delito.5. Ministro de la Contraloría General, Wagner Rosario: Prevaricación.
6. General Eduardo Pazuello, ex ministro de Salud (mayo 2020-marzo 2021): Crímenes contra la Humanidad. Epidemia con resultado de muerte. Uso irregular de dinero público. Difusión de información falsa.
7. Ex ministro de Relaciones Exteriores Ernesto Araújo (enero 2019-marzo 2021): Epidemia con resultado de muerte. Incitación al crimen.
8. Diputado Ricardo Barros, jefe del oficialismo en el Congreso: Incitación al crimen. Tráfico de influencias. Asociación ilícita. Falta de probidad administrativa.
9. Senador Flavio Bolsonaro, primogénito del presidente: Incitación al delito.
10. Diputado Eduardo Bolsonaro, segundo hijo del presidente: Incitación al delito.
11. Concejal Carlos Bolsonaro, tercer hijo del mandatario: Prevaricación. Tráfico de influencias.
12. Ex jefe de prensa de la Presidencia Fabio Wajngarten: Prevaricación. Tráfico de influencias.
La extensa lista de acusados, que incluye dos empresas, la completan decenas de funcionarios, ex asesores del Gobierno, médicos que integraron un grupo informal de consejeros de Bolsonaro y otros parlamentarios alineados en la ultraderecha.
También figuran empresarios que intentaron venderle vacunas en forma fraudulenta y compañías del sector sanitario que falsificaron estudios sobre los supuestos beneficios de remedios no comprobados contra la covid-19 y usados por el Gobierno para promover su uso en la red de salud pública.
Las acusaciones serán presentadas a los tribunales ordinarios y, en lo que compete a Bolsonaro, a la Fiscalía General, la Corte Suprema y la Corte Penal Internacional de La Haya, en este último caso debido a los alegados crímenes contra la humanidad. En los documentos que serán enviados a tribunales, se incluyó un pedido para que Bolsonaro sea “suspendido” por tiempo indeterminado de las redes sociales, en las que tiene una febril actividad y que ha usado para difundir masiva información falsa sobre la pandemia.
Tendría un impacto “simbólico”
Aunque podría traerle consecuencias políticas y judiciales graves, analistas coinciden en que su impacto a corto plazo será “simbólico”, porque Jair Bolsonaro aún tiene apoyo suficiente en el Congreso para evitar un ‘impeachment’ y ven poco probable que el fiscal general resuelva imputarlo.
La popularidad del mandatario, que asegura que no tiene “culpa de nada”, se encuentra en su nivel más bajo, debido a la pandemia pero también a la crisis económica, y las encuestas para 2022 lo muestran detrás del ex presidente Lula da Silva.
El politólogo Mauricio Santoro ve improbable que el pedido prospere. “Soy escéptico. Si nos basamos en el caso (de Donald) Trump, tendríamos que ver algo muy grave, como la invasión del Capitolio, para que algo así ocurriera”, declaró Santoro, en alusión a la decisión de Twitter y Facebook de excluir al ex mandatario estadounidense de sus redes tras esos disturbios. AFP