19 abr. 2024

El Mercado Cuatro sigue siendo una verdadera bomba de tiempo

Un nuevo incendio desatado en el Mercado Cuatro puso de relieve una vez más la crítica situación que arrastra el tradicional centro popular de ventas en el país, debido al hacinamiento y a las precarias instalaciones que constituyen un riesgo permanente de siniestros. Hasta ahora, las acciones han sido solamente de remiendos y parches, pues la problemática de fondo implica descongestionar el mercado y convertirlo en una feria comercial moderna y funcional, con todas las modalidades de seguridad que sean necesarias. Para hacerlo, las autoridades municipales deben tener voluntad política y plantear un gran proyecto, que involucre al Gobierno central y a la misma ciudadanía.

Se sabe desde hace mucho, pero hasta ahora se ha hecho muy poco por intentar desactivarlo: el Mercado Municipal Número Cuatro sigue siendo una verdadera bomba de tiempo, un polvorín que en cualquier momento puede estallar.

El incendio que ocurrió en la madrugada del domingo pudo ser contenido por los bomberos luego de un arduo trabajo que se prolongó por varias horas, pero consumió por completo dos casillas ubicadas en la acera y tres salones comerciales sobre la calle Pettirossi casi Battilana, dejando millonarias pérdidas para los comerciantes propietarios de los cinco locales.

Aunque todavía no existe un informe oficial sobre las causas del incendio, se presume que el fuego se inició a raíz de un cortocircuito causado por la sobrecarga de las precarias conexiones eléctricas, en muchos casos de carácter clandestino. Serían prácticamente las mismas causas que originaron otros grandes incendios, como el que ocurrió en el 2007, durante la administración de la intendenta Evanhy de Gallegos, y en el 2014, durante la gestión del intendente Arnaldo Samaniego. En uno de los casos, los bomberos reclamaron que los hidrantes para la toma de agua estaban fuera de funcionamiento.

La tradición social, económica y cultural ha convertido al Mercado Cuatro en el lugar de mayor movimiento comercial en ferias populares de todo el país. Cerca de 3.000 permisionarios poseen sus locales en el sector, además de unos 2.000 vendedores ambulantes, que han desbordado los límites originales de las calles Pettirossi, Gaspar Rodríguez de Francia y Perú, desde que en 1941 el gobierno del presidente Higinio Morínigo dispuso el traslado del antiguo Mercado Guasu que se encontraba en el microcentro de Asunción, porque el lugar se encontraba muy congestionado.

A 75 años de su instalación, el Mercado Cuatro también se ha vuelto un lugar saturado y congestionado, con graves problemas de hacinamiento y con precarias instalaciones que constituyen un riesgo permanente de siniestros por falta de sistemas efectivos de seguridad.

Hasta ahora, ninguna administración municipal ha podido tomar el toro por las astas e intervenir decididamente en el Mercado Cuatro con un proyecto de nueva relocalización o descongestionamiento. La organización de este popular sitio sigue siendo desordenado y caótico, respondiendo a un concepto más folclórico y pueblerino, antes que al modelo de una feria comercial moderna y funcional, como las que tienen otros países de la región y que esté acorde con el actual perfil de crecimiento urbano de la capital paraguaya.

Hasta ahora, las acciones municipales y de otros organismos en el Mercado Cuatro han sido solamente de remiendos y parches, manteniendo las condiciones precarias, principalmente las instalaciones eléctricas sobrecargadas y en muchos casos clandestinas, por temor a provocar las protestas de los usuarios. Para poder desactivar la bomba de tiempo que es hoy el lugar, las autoridades municipales deben tener voluntad política y plantear un gran proyecto, que involucre al Gobierno central y a la misma ciudadanía.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.