06 jun. 2025

EL GRAN CECILIO BÁEZ

Cada vez admiro más la sabiduría de este gran hombre. No me canso de informarme sobre él, a pesar de que al llegar al punto en el que expresó que: “Este es un país habitado por cretinos” y “No es un pueblo, es una aldea”, ya conocí de su sabiduría.

La veracidad de todas estas expresiones emitidas por este sabio señor, unos buenos años atrás, la estamos comprobando hoy con la actitud del mandamás, que solo busca sus provechos personales. No es posible que tengamos que soportar actitudes incongruentes de parte de los de arriba, cuando por fin, después de muchos años de aguantar a cuantos zánganos que ocupaban cargos relevantes sin que hicieran nada, solo perjuicios al pueblo paraguayo, teníamos unos ministros que trabajaban con verdadero amor al pueblo y al país, fueron destituidos. ¿Por qué? Porque son coherentes, saben que el paraguayo no suelta más y esto da lugar a que regresemos al pasado.

Fernando Lugo, no deje que los cretinos, que son muchos, lo arrastren. Usted es inteligente, no se deje arrastrar por los que solo buscan el poder, no se deje embaucar por los que en cualquier momento pondrán una zancadilla para tirarlo al suelo. Demuestre que quienes lo votamos y confiamos en usted teníamos razón para hacerlo.

No nos decepcione, por favor; siéntese erguido, no se incline hacia los que lo hacen cometer errores. Ya hizo bien al principio, pero está cayendo muy bajo, debilitándose ante los cretinos que no piensan en mejorar el país y solo les gusta seguir en la “aldea”.

Nuestro país podría ser la Suiza americana, pero así, nada.

Mi apoyo a los que han trabajado bien y actuado coherentemente, y por eso fueron destituidos. ¡Fuerza, de personas como ustedes necesita nuestro país!

Nidia Teresita Gill Petta

CI N.º 262.424.

CASTIGOS MÁS RIGUROSOS PARA LOS ABUSADORES

Cada vez es más indignante ver en los medios la cantidad de abusos sexuales que se registran en nuestro país. Esto sucede a causa de que los valores se han perdido totalmente; las familias están desintegradas; los padres, ausentes, o padres con poca preparación, adictos, etcétera.

A esto sumamos el auge de venta de pornografías, la permisividad, el sexo es un objeto de marketing para cualquier producto. El público de todas las edades encuentra las demostraciones sexuales como un placer más que satisfacer, como tomarse un vaso de cerveza o fumarse un cigarrillo. La satisfacción de los gustos o placeres pasó a ser lo imprescindible para la sociedad... “Si tengo ganas, no me importan los demás, lo satisfago y ya; el resto no me importa”.

Como mamá, trabajadora y perteneciente a esta sociedad, pregunto: ¿qué estamos haciendo por cambiar esta ola de perversión humana? Solamente miramos indignados e impotentes cómo bebés, niños y adolescentes son ultrajados diariamente sin pudor, robándoles la inocencia y toda posibilidad de crecer, desarrollarse y formar parte de una familia que debería brindarles protección y amor.

No callemos más ningún hecho indignante y seamos partícipes en la construcción de una mejor sociedad.

Si tienen hijos sé que me entenderán. Que los abusadores sin escrúpulos no se queden sin un castigo severo. Unos meses en la cárcel y luego de nuevo a sus andanzas no es justicia.

Deben ser castigados sin compasión, como ellos no la tuvieron con sus pequeñas víctimas para saciar sus instintos animales.

Tenemos una justicia muy flexible. Debemos proponer una normativa para que los cavernícolas piensen dos veces antes de cometer ese acto tan repugnante. Ya que ellos no pueden controlar sus impulsos sexuales, que sean sometidos a una intervención que les anule toda sensación de deseo, para que nunca más se animen a destruir una vida inocente.

Me encantaría leer alguna vez la siguiente penalización: “La ley dispone que toda persona incapaz de dominar sus impulsos sexuales y que al satisfacerlos atenten contra la integridad de terceros, cometan abuso sexual, sean sometidos a una intervención quirúrgica de incapacitación sexual”.

Vilma Torres González

CI N.º 1.393.771