Se distribuyeron mantas, abrigos, panificados y cocido caliente. La tarea se realiza entre las 18:00 y las 21:00. El recorrido abarca varias avenidas del microcentro, el ex aeropuerto Alejo García, microcentro zona baja, barrio Juan Emilio O’Leary, Área 2, barrio San Miguel, Mercado de Abasto Municipal ubicado en el barrio Obrero y el kilómetro 1 ½, avenida San Blas.
Este año, a causa de la pandemia, no se habilitó ningún albergue, por lo que salen a entregar a las personas que duermen en las calles mantas y ropas de invierno. “Este año, a causa de la pandemia, no hemos habilitado el refugio transitorio a raíz de las restricciones sanitarias referidas a la aglomeración de personas. Empezamos el jueves, viernes y hoy (ayer), que son los días que tendremos los días más frescos”, explicó Sebastián Martínez, director de Desarrollo Social de la Comuna local.
El funcionario refirió que la gente de buena voluntad que quiera reforzar la entrega de abrigos y alimentos, mediante donaciones, puede contactar al número (0993) 250-166. El contacto telefónico también es válido para reportar personas en calle que necesitan asistencia. “Le llevamos frazada, ropas y cocido caliente con pan, para poder calentarles un poco más la noche. Si bien no va a cambiar la situación de vida, queremos ayudar a sobrepasar este clima. Yo sé que lo ideal es que puedan salir de la calle. De hecho, estamos trabajando desde agosto del año pasado con un proyecto de reinserción social. Ya trabajamos con más de 100 personas, a varias ya conseguimos sacarlas, están trabajando y viven en alquileres”, refirió.
RECUPERACIÓN. Esta tarea de asistencia forma parte del plan de reinserción que se inició en agosto del año pasado por parte de la Comuna esteña. Se ha logrado la recuperación y la dignificación de varias personas, entre ellas varios jóvenes que actualmente ya están realizando actividades laborales, pero otros siguen viviendo en la calle.
Se tiene un registro de todo el acompañamiento que se viene desarrollando y que, con las personas beneficiadas con la reinserción, ya existe un importante vínculo de confianza. “Muchos de ellos terminaron en la calle por problemas de droga, situación económica, son diferentes circunstancias. Nadie quiere estar en la calle. Es casi imposible que de la calle ellos puedan conseguir algo. Existe una barrera para que estas personas puedan reintegrarse. Les ofrecemos ropa y ducha, también una merienda”, señaló.
Explicó además que tras el logro de la confianza, se pasa a la fase dos para recuperar la identidad para la reinserción e implica el acompañamiento legal y jurídico para la gestión de los documentos. Por cuestiones de antecedentes de infracción penal, algunos nunca fueron a firmar en la Defensoría, lo que genera una barrera para la reinserción.