La industria cárnica sacrificó entre enero y junio casi 1.180.000 animales, lo que representa una suba de 32,5% respecto al mismo periodo del 2020. Para convertirse en producto final, estos bovinos fueron movilizados desde establecimientos hasta las plantas instaladas en Asunción, en el Chaco y en Concepción, en viajes que pueden superar los 500 kilómetros.
En este proceso aparece el servicio de transporte con un precio promedio actual de G. 14.000 por kilómetro recorrido, cifra que cuatro meses atrás estaba entre G. 1.000 y G. 2.000 menos. “De los 1.600 camiones que tenemos en parque para transporte de ganado, todos están ocupados. Hay mucha faena, subió el precio de la carne a nivel internacional, y si bien esto ayuda a que los ganaderos puedan faenar, no pensábamos que iba a pasar esto y menos en plena pandemia, nos viene bien a todos”, explicó el presidente de la Asociación Nacional de Transportistas de Ganado, Gilberto Maldonado.
Se suma la necesidad de transportar los desmamantes de un campo a otro y el avance de la sequía que obliga a los productores a enviar sus animales a regiones con más pastura y agua. Esto promete mantener ocupados a los camioneros hasta fin de año y generar ingresos, según Maldonado, a 12.800 trabajadores, entre conductores, mecánicos, asistentes, gomeros y vendedores ambulantes de alimentos.
PRECIOS. El sector aspiraba recibir G. 16.000 por kilómetro, incluso antes de la nueva suba del gasoil. Con el aumento de la nafta y gasoil, los precios del servicio quedaron aún más desfasados, lo que lleva a los camioneros a tomar medidas. Maldonado dijo que la asociación defiende fijar un precio mínimo para evitar este tipo de impactos en los camioneros.