- María Victoria Benítez
- Universidad de París
La organización de la colonia llamada Nueva Picardía o Nueva Francia (Nouvelle France) se diferenció de otros intentos de colonización francesa por ser una iniciativa de un empresario. La propaganda sobre Paraguay decía que es el país más económico del mundo, lleno de recursos naturales para explotar, donde uno tenía la posibilidad de desarrollar sus habilidades y crear un futuro envidiable.
En este contexto, muchas empresas florecieron en Francia para contratar inmigrantes. La Unión de pioneros colonizadores dirigida por Rieul en París decía tener una sede en Chararã, (actual Eugenio A. Garay) en el Departamento de Guairá. Sin embargo, según el Consulado de Francia en Asunción, no existía tal sociedad en Chararã.
Gilbert Lejeune, acompañado de Jean Zwobada, llegó a Asunción y compró tierras cerca del arroyo Estrella, en el Norte del país, y comenzó a buscar colonos para cultivar la tierra. Se ofreció a proporcionar a los colonos el viaje y los alimentos necesarios para iniciar la colonia.
Ante los dudosos procedimientos de colonización de los terrenos adquiridos por Lejeune, el Ministerio del Interior de París intervino para investigar las verdaderas intenciones que había detrás las promesas de colonización.
El informe del Ministerio francés indica que en 1938 Lejeune adquirió tierras del Banco Alemán para América del Sur en Asunción, donde pretendía asentar colonos franceses, principalmente de la región de Picardía y excepcionalmente belgas. Paradójicamente, la región de Picardía era entonces una tierra de inmigración intraeuropea, especialmente de nacionalidad belga.
Las aproximadamente 100.000 hectáreas de terreno destinadas al asentamiento se encuentran en la frontera entre Paraguay y Brasil, cerca de Pedro Juan Caballero, en el triángulo formado por el arroyo Estrella y el río Aquidabán, a 300 kilómetros de Concepción.
Con el fin de obtener la mano de obra necesaria para el desarrollo de su negocio, Lejeune, desde finales de 1938, hizo una activa publicidad entre sus amigos y el personal de la Société française anonyme de Courtage & Crédit, que entonces dirigía.
También creó una revista llamada La Gazette de la Nouvelle Picardie, con sede en París. “Pruebe su suerte y emigre a Paraguay” era el título de la revista. Entre las actividades de la colonia pretendían vender animales a la empresa Liebig y yerba mate, uno de los principales recursos elegidos para la colonia.
La Legación francesa en Asunción advirtió a los colonos de las dificultades que podría encontrar la empresa de colonización en estas tierras.
Veinticinco personas llegaron, todas de nacionalidad francesa, en dos viajes; el primer grupo partió el 30 de enero de 1939, compuesto por quince personas.
El segundo grupo salió el 15 de marzo y estaba formado por ocho personas. Entre los colonos había ciclistas, cementeros, trabajadores de talleres, ingenieros agrícolas, cerrajeros, herreros, promotores de seguros, entre otros.
Después de un viaje muy difícil, llegaron los colonos en un estado de total agotamiento a la finca la Estrella, donde no se había hecho ninguna provisión para su asentamiento. Se vieron obligados a acampar en medio de la selva, sin refugio, sin provisiones, sin higiene y sin cuidados.
Los primeros colonos que llegaron vía Marsella tuvieron que improvisar todo, construir el campamento, buscar comida en Ponta Porã, Brasil, porque no había alimentos.
Empezaron a cultivar sin ser agricultores. Las piernas del colono Renault no son más que una herida, causada por las garrapatas, dice el cónsul de Francia.
Lejeune, cuya influencia, según él, era grande con las autoridades de la región, haría encarcelar a los emigrantes franceses a la menor queja y censuraría su correspondencia. Prometió a los inmigrantes casas confortables con instalaciones eléctricas que, en realidad, no existían.
En cuanto al ganado, se habla de quince mil animales, que en estas regiones es un rebaño modesto, aunque la cifra pueda impresionar. En cuanto al vallado del terreno, tampoco existía.
La señora y el señor Renault, cuyos muebles estaban en Concepción, se encontraron en la más absoluta indigencia. Louis Renault y su madre, originarios de París, contratados por Gilbert Lejeune, regresaron a Asunción y se dirigieron al Consulado para solicitar su repatriación a Francia. Junto con otros doce franceses, declararon que habían sido engañados por Lejeune.
La Legación francesa en Asunción trató de encontrarles un lugar para vivir a la espera de una solución. Varios colonos intentaron huir de Nueva Picardía, como los colonos de la primera colonia francesa la Nouvelle Bordeaux (1855), Gilbert Lejeune acusó a la revolución paraguaya de destruir Nueva Picardía, como si fuera necesaria una revolución para destruir lo que no funcionaba, o no existía.
El destino de la colonia
En vista de las desafortunadas circunstancias que rodean a Nueva Picardía, Lejeune y Zwobada, que se habían instalado en Estrella con sus familias, suspendieron el reclutamiento de colonos franceses hasta nuevo aviso.
Decidieron que no podrían reanudar el reclutamiento en Francia hasta que Nueva Picardía estuviera suficientemente equipada para recibir a los colonos que pretendían traer.
Lejeune declaró que tenía la intención de repatriar a los colonos que quisieran abandonar la colonia por cualquier motivo. El intento de colonización francesa fue un espejismo, sin futuro prometedor, sin duración en el tiempo. Esta vez, el Gobierno paraguayo no participó en el establecimiento de la colonia.
Referencia: Paraguay, Émigration française, (1938-1939), Archives diplomatiques Quai d’Orsay, Paris.