El espíritu de los fundadores puede truncarse en las siguientes generaciones por peleas, exigencias de posiciones y requerir trato diferencial. Están los que piden ser contratados aun cuando la empresa no los necesita. A menudo, en aras de “la paz“, se “inventan” cargos para personas cuya única valía es la de ser parientes del fundador. ¿Nos resulta conocida esta realidad?
El 85% de las empresas paraguayas son familiares, pero solo el 15% logra sobrevivir a la tercera generación. Cifras alarmantes, considerando que ellas son responsables del 60% del producto interno bruto de Paraguay, por lo que su subsistencia y el traspaso generacional son claves para nuestra economía.
¿Cómo desafiar este negro panorama?
Pasos para una sucesión exitosa:
1. Planifique con tiempo la sucesión. Elegir un momento en que la empresa esté sin conflictos. Hacerlo con anticipación, no cuando los dueños ya no tienen energía.
2. Tenga un equipo inter-generacional. Mirar el perfil profesional, de liderazgo y el interés de los familiares para armar un equipo de soporte.
3. Desarrolle un plan de sucesión. Se trata de un documento, fruto de mucho diálogo, plasmando las decisiones. Un buen gobierno es un buen negocio para la empresa familiar.
4. Involucre a la familia y stakeholders relevantes. Invite a trabajar en un protocolo familiar que es más que un código de conducta personal y familiar ya que incluye pactos y pautas a seguir desde una perspectiva ajena a la exigencia jurídica. Importante es que sea un documento vivo y no encajonado, conversado con tiempo y participación, para que tenga validez real.
5. Utilice ayuda externa. Siempre es importante tener profesionales imparciales para facilitar y encausar la reflexión.
6. Establezca un proceso de entrenamiento. Incluyendo el desarrollo de habilidades blandas y la transmisión de la “herencia”, que va más allá de lo económico y le ha permitido crecer con orgullo: los principios y valores de la empresa, su misión y visión.
7. Planifique el retiro. Realice un buen proceso de comunicación interna de los pasos a dar en la sucesión hasta su retiro. Introduzca a sus sucesores a los espacios gremiales y de gobierno. Transfiera a los colaboradores y sucesores el “propósito” de su empresa al servicio de la sociedad.
8. ¡Retírese y disfrute! Una empresa familiar llevada dentro de estas condiciones se siente orgullosa de sus fundadores, crece, celebra los goles como equipo, mantiene vivo el espíritu, avanza y genera empleo digno, responsable y abundante, dejando un legado al país.