El fiscal Julio César Ortiz, uno de los encargados de llevar adelante las pesquisas, reveló a Radio Monumental 1080 que el ex secretario, que está en prisión, fue el que dio esta pista, contando el caso a un compañero de celda. “Presumimos que Óscar Caballero fue a requerirle plata por cuatro meses que le debía, seguro percibía aproximadamente dos millones por mes. Se fue hasta la casa del ex fiscal y le disparó”, expresó.
Los investigadores esperan que Caballero declare ante el Ministerio Público, ya que cuando fue llamado se abstuvo de hacerlo.
Óscar Ariel Caballero Sahlmann trabajaba como asistente personal de Javier Ibarra. La noche del 23 de noviembre del año pasado, cámaras de seguridad captaron el momento en que el hombre llegaba a la casa de Ibarra, en San Lorenzo.
El hombre, según los intervinientes, se trasladó hasta el lugar como acompañante en una motocicleta conducida por Leonardo Ruiz Ortiz, que también se encuentra detenido.
Ruiz Ortiz sí prestó declaración y reveló que fue contactado por Óscar Caballero que le pidió que lo lleve hasta la casa del ahora fallecido.
Cuando llegaron al sitio, supuestamente, recibió la orden de esperar mientras Caballero ingresaba a la casa.
Declaró que minutos después escuchó disparos y luego salió su mandante a decirle que retorne a casa, ya que él volvería después.
Luego afirmó que el principal sospechoso le pagó una suma de dinero para que esconda el arma que, supuestamente, fue utilizada para cometer el crimen.
Al otro día, a tempranas horas, encontraron el cuerpo sin vida de Ibarra.
LA EMPLEADA. Por otra parte, Aída María Villalba, la trabajadora doméstica del ex fiscal que fue una de las primeras en encontrar el cuerpo, sigue vinculada al caso, a pesar del giro que dio la investigación.
La mujer está imputada por hurto especialmente grave, ya que sospechaban que se llevó el arma homicida. Villalba pidió ayer a las autoridades ser desvinculada del caso, tras su libertad ambulatoria.
El fiscal Ortiz indicó que seguirá vinculada al caso, porque le realizaron pruebas y le encontraron restos de pólvora en las manos. Estuvo presa en Buen Pastor, luego con arresto domiciliario.
Supuestamente, el fallecido debía cuatro meses de sueldo a su secretario, que es el principal sospechoso. La empleada que fue imputada tiene libertad ambulatoria, pero sigue ligada al caso.