Según el “Reporte de economía y desarrollo. Más habilidades para el trabajo y la vida: los aportes de la familia, la escuela, el entorno y el mundo laboral” (RED 2016), realizado por el CAF y presentado hoy en la Universidad del Rosario de Bogotá, Colombia ha mostrado un buen desempeño económico en los últimos años pero debe dar un salto cualitativo para equipararse a las economías avanzadas.
Este proceso se dará “aumentando la cantidad y calidad del capital humano a través del esfuerzo conjunto del Estado con las familias, la escuela, el mundo laboral y las comunidades”, indicó la CAF.
“Las inversiones para lograr más habilidades deben canalizarse no solo a través del sistema educativo sino también de la familia, del entorno y del mercado laboral con la finalidad de abarcar todos los ámbitos que influyen en la formación de las personas a lo largo de la vida”, explicó el economista en jefe de CAF, Pablo Sanguinetti.
El informe señala que las habilidades cognitivas, socioemocionales y físicas de los trabajadores colombianos están un tanto rezagadas en comparación con Europa, Asia o Estados Unidos; hecho que contribuye a la inequitativa distribución del ingreso o a los altos niveles de informalidad laboral, que afecta al 60 % de los jóvenes entre 25 y 35 años y al 50 % del total de ocupados.
Este tipo de habilidades representa la base del capital humano y en última instancia determinará la capacidad de las personas para generar buenos ingresos durante su vida laboral y convertirse en ciudadanos, agregó la información.
“Este enfoque de ver la acumulación de habilidades como un aspecto que afecta el largo del ciclo de vida de las personas requiere un trabajo interministerial muy importante, una especie de coordinación horizontal en los distintos ministerios para justamente complementarse mutuamente”, afirmó a Efe Sanguinetti.
Por otro lado, el RED 2016 destaca que el empleo informal y el desempleo del 18 % entre los jóvenes de 16 y 25 años puede deteriorar las habilidades acumuladas antes de entrar al mundo laboral, por lo que es necesario apoyar el desarrollo de habilidades de jóvenes vulnerables.
“La familia, la escuela, el mundo laboral y el contexto social y físico son los ámbitos importantes”, añadió el economista en jefe de CAF.
Asimismo, estimó que la formación en ciudadanía es clave en todas las sociedades, pero se vuelve más crítica en un país que sufre serios problemas de conflicto interno.
“Niños y jóvenes con capacidades para tolerar las diferencias y para ser empáticos y comprometidos con las causas comunes serán un activo determinante del éxito de cualquier proceso de paz. Para esto es crucial formar en ellos buenas habilidades socioemocionales desde muy temprano en la vida”, apuntó.
En América Latina, el estudio indica que casi la mitad de los empleados trabajan en el sector informal, cerca de la mitad de los jóvenes completa la educación secundaria, veinte millones de jóvenes -el 20 % del total- no estudian ni trabajan; y la productividad es baja, hecho que repercute en el crecimiento a largo plazo del producto interno bruto de los países.