El ao po?i trasciende la frontera y apunta a más, con mejor calidad

El ao po’i, considerado patrimonio nacional, pasó de ser valorado solo por turistas a ocupar un sitio preferencial en el gusto de los paraguayos. El MIC trabaja con bordadoras del Guairá para potenciar la calidad.

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La evolución de la moda nacional de la mano de jóvenes exponentes catapultó al ao po’i a las pasarelas internacionales, al incorporar este delicado tejido en sus diseños.

Vestidos de novia, para debut o primera comunión, vestidos de fiesta, blusas, camisas masculinas y femeninas, faldas o un pequeño bordado aplicado como detalle en una prenda, realzan el diseño.

Hoy, definitivamente, dejó de considerarse como algo ordinario y ha trascendido las fronteras no solo a través de los turistas, sino de la exportación a escalas aún reducidas, que realizan con mucho esfuerzo empresarios y artesanas locales.

“El ao po’i es muy versátil. Se usa en ropas de cama, de mesa, como regalo es un lujo. Se usa en moda, diseño; hay un nicho de mercado muy amplio porque el producto es dócil, se adapta y en el exterior se aprecia muchísimo su delicadeza”, expresó Verónica Rodríguez, coordinadora del componente 3 del Proyecto AIEP del Ministerio de Industria y Comercio, que trabaja con bordadoras de 8 distritos del Guairá para potenciar la calidad e innovación del producto.

Este proyecto ejecuta una serie de capacitaciones en bordado, diseño y gestión empresarial para que las artesanas bordadoras puedan vender su producción directamente al comprador del exterior. Comprende un estudio de mercado para ver qué países pueden comprar, cuáles productos y la contratación de un diseñador que trabaje con ellas en diseños innovadores “porque es lo que ahora busca el mundo: nuevos diseños e innovación”, dice Rodríguez.

MERCADOS. EE. UU; Italia, Francia, España; Argentina y Uruguay en la región y México son los países donde más se exportan las prendas hechas con ao po’i. Varias firmas se dedican a la comercialización de este tejido, tanto localmente como en el exterior, a través de alianzas con comités de trabajadoras del Guairá que se encargan del bordado.

El diseño de las prendas es de las empresas como el Grupo Plastimar, Pombero, Cecilia Fadul, Victoria Artesanía, Ao Po’i Raity. Las prendas de ao po’i dirigidas al turismo se encuentran en tiendas sobre la calle Palma, en la zona de La Recova y en Multitiendas del centro.

La apertura de mercados en el exterior no es una tarea sencilla, comenta Robert Servián, de Ao Po’i Raity.

CASO EXITOSO. La familia Servián siempre trabajó con ao po’i, al igual que muchas otras en el Departamento del Guairá, pero en el año 1963 inician una empresa bajo la denominación Ao Po’i Raity (nido del ao po’i) que se mantienen en el mercado desde entonces. Ya con la incorporación de sus hijos, que hoy llevan las riendas de la empresa, comenzaron la exportación de su producción en 1986 y la mantienen hasta hoy: Europa, Estados Unidos y México y en Argentina y Uruguay.

Robert Servián, uno de los hijos del matrimonio, destaca que la exportación requiere en primer lugar de mucha calidad y la innovación constante ya que los mercados son muy exigentes.

“Nosotros innovamos cada cuatro meses los diseños principalmente; los colores y las telas. Tenemos un taller propio y casi toda la cadena, desde el bordado a mano hasta la venta y las exportaciones las manejamos nosotros desde hace 25 años y eso nos ayudó bastante porque disminuye bastante los costos”, acotó el empresario.

“ES UNA OPORTUNIDAD MUY INTERESANTE”

“Esta capacitación es una oportunidad para valorizar nuestro trabajo y nos permitirá mayores ingresos, porque ser artesana implica mucho sacrificio y lleva mucho tiempo, porque las prendas no se pueden hacer en corto tiempo”, dijo Elena Portillo. Enfatizó el trabajo en equipo como única forma de llevar muchas prendas en corto tiempo.Hay 1.200 bordadoras en total, quienes lo hacen a mano. El 99% de la producción es para exportación; ahora se busca más lo elaborado en tiendas locales, donde resalta la calidad del producto.

“GANÓ LA PREFERENCIA DE LA POBLACIÓN”

Para el ministro Francisco Rivas, el ao po’i ocupa hoy un sitial de preferencia en la población que ha empezado a valorar este tejido al punto de que hoy es común ver gente que luce estas prendas a diario. Destacó el impulso que tuvo el ao po’i desde hace unos años atrás desde el gobierno, al punto que hoy, la mayoría de los funcionarios públicos utilizan camisas de ao po’i como uniforme.

El Ministerio de Industria y Comercio obtuvo el apoyo de la Unión Europea para impulsar la calidad e innovación del ao po’i con miras a la exportación.

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