Después de tres décadas de estabilidad económica en Perú, el nuevo gobierno del izquierdista Pedro Castillo (2021-2026) plantea una serie de propuestas que mantienen en alerta a los agentes económicos, ante la incertidumbre sobre el futuro de las inversiones y el crecimiento en el país.
En los últimos años, el producto interno bruto (PIB) peruano creció a un promedio anual de 4,8%, con inflación entre 1 y 3%, un déficit fiscal de 1,6% del PIB en 2019 y reservas internacionales equivalentes al 36,7% del PIB en 2020. El país ha seguido un modelo de “economía social de mercado”, según lo denomina la Constitución de 1993, que ha permitido aplicar disciplina fiscal, promover inversiones privadas y extranjeras, y abrir su economía al mercado internacional.
PROTECCIONISMO e IMPUESTOS. Ahora, Castillo ha acuñado el concepto de “economía popular de mercado”, que plantea medidas proteccionistas para la agricultura y las confecciones, gravar con mayores impuestos a las empresas mineras y establecer una “segunda reforma agraria” para mejorar las condiciones de trabajo en el campo.
“Esto va a ser lo que genera la incertidumbre actual”, declaró al respecto a Efe el jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Óscar Chávez.
El especialista recordó que medidas de este tipo ya se aplicaron en Perú en el pasado y que “los resultados de lo que pasó en la economía peruana en la década del 80 nos hicieron ver que era imposible seguir sosteniendo un proteccionismo”. Para el decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, Carlos Casas, la economía de Perú ha venido recuperándose y la recaudación tributaria creció fuertemente tras el impacto que causó la pandemia durante 2020.
Casas criticó algunas de las principales propuestas de Castillo, como la de subir los impuestos que pagan las mineras o imponer medidas proteccionistas al sector agrícola, temas que el gobernante plantea introducir en una nueva Constitución Política.
“Si se suben los impuestos baja la rentabilidad de las mineras, necesitamos más proyectos mineros y obviamente, con mayores impuestos o regalías, eso nos quita competitividad y los nuevos proyectos mineros probablemente no se llevarían a cabo”, afirmó.
Sobre la agricultura señaló que “toda medida proteccionista en el largo plazo es mala, porque no somete a la competencia a los productores locales y a la larga genera muchas distorsiones”. Además, Castillo tendrá que afrontar los daños causados por la pandemia del Covid-19, que hasta el momento ha dejado 2 millones de casos más de 194.000 personas en el país.
Oposición controla el Congreso
La abogada de centroderecha María del Carmen Alva fue elegida el lunes como la nueva jefa del Congreso de Perú, cuando el izquierdista Pedro Castillo se prepara para asumir la Presidencia del país mañana.
La lista encabezada por Alva, del partido Acción Popular, derrotó por 69 contra 50 votos a la nómina liderada por el almirante retirado de derecha radical Jorge Montoya.
Una tercera lista, que incluía a un legislador del partido Perú Libre de Castillo, no pudo participar en la contienda por formalismos.
“En este momento (de polarización) que vive el país los invoco a la unidad. Expreso nuestra disposición junto al gobierno dentro de un marco de diálogo respetuoso para juntos enfrentar los retos presentes”, dijo Alva, de 54 años.
“Terminemos con el conflicto de poderes” del último quinquenio, que condujo a la renuncia o destitución de tres presidentes desde 2016, añadió Alva, quien mañana colocará la banda presidencial bicolor a Castillo.
Destacó que “la fragmentación del Congreso nos obliga a rescatar uno de los principios básicos, el respeto de todas las minorías”. Diez partidos tienen presencia en el nuevo Congreso peruano, cuyos 130 miembros juraron el viernes. AFP