Por Silvana Bogarín Toledo
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Sólo el antiguo edificio Marcopolo -ubicado sobre Colón entre Presidente Franco y Benjamín Constant- está a la venta por 2,2 millones de dólares. La histórica construcción tiene 2.353 m2 de terreno, y 4.685 m2 de construcción. Efraín Varzán, su dueño, recordó que esta propiedad se construyó en la época de la Segunda Guerra Mundial, en el año 1942.
“La compré de quienes construyeron el edificio, que eran los dueños de la Compañía Americana de Luz y Tracción, o sea los que proveían de electricidad a Asunción”, recordó.
Así como este edificio, dos propiedades ubicadas en la recova de Asunción, frente mismo al edificio Marcopolo, sobre la calle Colón, están a la venta desde hace un mes y medio.
Una de las edificaciones tiene 681 m2 de terreno y 797 m2 construidos, donde funcionó hace años el Banco de Asunción; y el otro tiene 200 m2 de terreno y 350 m2 construidos. Los dueños piden 320.000 dólares y 180.000 dólares por cada uno, respectivamente. La propietaria de estos inmuebles es la familia Palumbo.
En la misma cuadra, la propiedad ubicada en Montevideo y Benjamín Constant, de unos 750 m2, está tasada en 420.000 dólares, pero se puede negociar hasta 400.000 dólares, según uno de sus ocho dueños, Enrique Villamayor.
El motivo principal que esgrimen todos los responsables de estos edificios es que “la zona está muerta”. No obstante, saben que sus propiedades valen por su historia y, además, por la promesa de hace años de la construcción de la Franja Costera, que revitalizaría toda la zona.
Durante la semana pasada, fue noticia que un grupo de inversionistas españoles, encabezado por Luis Sánchez-Lafuente, compró cuatro manzanas que pertenecían a la Cervecería Paraguaya, en la zona comprendida desde la calle Estrella hasta Palma y desde Garibaldi hasta Don Bosco.
La Municipalidad de Asunción tomó esta inversión como un primer paso para invertir en la Franja Costera y para que la capital deje de dar la espalda al río Paraguay.
NEGOCIACIONES. El edificio Marcopolo, en venta hace 6 meses, tiene tres compradores interesados. Uno de ellos sería el mismo grupo que se quedó con la Cervecería Paraguaya.
De igual forma, Varzán indicó que el edificio está a punto de venderse, pero no quiso decir quiénes son los interesados en la puja por comprar lo que en otros tiempos funcionó como sede de la actual Administración Nacional de Electricidad (ANDE). Adelantó que uno de los posibles compradores quiere hacer del lugar un edificio de oficinas.
En el caso de las propiedades que funcionan en la recova, Carlos Acha, el administrador, dijo que la gente llama a preguntar, pero como la inversión inmobiliaria en esa zona está muerta, hay pocos interesados.
El ex edificio del Banco de Asunción nunca más pudo alquilarse, luego de que esta institución cerrara sus puertas en ese lugar, hace unos 15 a 20 años. “Ahí se hicieron inversiones extraordinarias, porque es un local hermoso cuyos propietarios invirtieron mucha plata para adecuarlo a un banco.
Pero resulta que, de acuerdo con las inversiones que se hicieron en la propiedad, el precio también es más alto que lo regular y nadie más quiso entrar ahí", relató Acha.
Asimismo, insistió en que anteriormente el lugar era “un hormiguero de gente” cuando se juntaban en el Puerto todos los barcos.
“Pero hoy día eso está muerto. Puede ser que con esta nueva inversión que están haciendo en la cervecería vuelva a moverse algo la zona”, relató Acha.
HAY UN INTERESADO POR SEMANA PARA COMPRAR
Por lo menos un interesado por semana recibe la Municipalidad de Asunción para comprar edificios antiguos. A estos inversores que vienen a mirar, provenientes de todas partes del mundo, el Municipio les recomienda invertir en el centro histórico, “porque a la larga tendrá una actividad muy grande, sobre todo de tipo recreativo”, señaló la intendenta de Asunción, Evanhy de Gallegos.
La Municipalidad pretende transformar el centro histórico en un centro gastronómico y de actividades culturales, con cafés y bares. Para esto, dará facilidades a inversionistas locales y extranjeros para la aprobación de planos, patente, licencias y seguridad contra incendio. “Los edificios son antiguos y muchos de ellos no tienen lo que se requiere para seguridad contra incendios”, explicó. Especificó que hay veces en que las personas alquilan solo un sector del edificio y que con una puerta abierta a la calle pretenden hacer un restaurante, por lo que ahora se flexibilizarán las normas para quienes quieran poner actividad de tipo gastronómico o de recreación en espacios que dan a la calle, aunque el edificio no tenga su plano aprobado.
Comentó que recientemente vino al país una princesa europea, Diana de Orleans, a quien desde la Municipalidad se le orientó para la compra de edificios catalogados y que merecen una atención especial.