A punto de culminar el año, el titular de la Cámara de Diputados Pedro Alliana aún no cuenta con el presupuesto para pagar el salario de los funcionarios contratados, como así también de los asesores.
Ante esta situación, en la última sesión realizaron una jugada para que el Ministerio de Hacienda les pueda liberar los fondos para cubrir el mes de noviembre, diciembre y el aguinaldo, a pesar de que varios funcionarios, principalmente los que perciben su salario por el rubro de honorarios profesionales (asesores), no vienen cobrando desde hace unos meses atrás.
La intención de los diputados es que de una reprogramación aprobada para otras instituciones estatales y que no utilizarán dicho presupuesto, Hacienda transfiera a la Cámara Baja.
Es así que el pleno de Diputados sancionó el miércoles una reprogramación presupuestaria para la presidencia de la República y varias secretarías. Se aprobó la versión del Senado, cuyo presupuesto era de G. 3.600 millones. Posteriormente, el colorado Tadeo Rojas solicitó una reconsideración sobre lo sancionado y explicó que por un acuerdo con Hacienda es conveniente aprobar la versión de Diputados que es de un monto de G. 8.700 millones. El documento pasó nuevamente a consideración del Senado.
Al respecto, Alliana dijo que es para subsanar el inconveniente que surgió con la reprogramación de G. 2.000 millones para Diputados que fue vetada por el Poder Ejecutivo. “Son 190 funcionarios que se ven afectados, de los distintos diputados, de las distintas bancadas, secretarías, principalmente en el rubro de honorarios profesionales. Para que ellos puedan cobrar el mes de noviembre, diciembre y un poco de saldo quedaría para que puedan cobrar el aguinaldo”, remarcó.
Añadió que en el Ministerio de Hacienda, a cargo de Benigno López, se dieron cuenta del error que cometieron al sugerir al presidente Mario Abdo Benítez el veto a la reprogramación.
Mencionó que de manera conjunta, con su colega y correligionario Arnaldo Samaniego trabajaron en algunos recortes de saldos que quedaron en algunas instituciones, para reprogramar y llevar eso a Diputados y cubrir el problema.
Durante la administración de Miguel Cuevas, según Alliana, hubo un despilfarro con el presupuesto de la Cámara Baja, lo que obligó a solicitar la reprogramación de G. 2.000 millones, que finalmente fue vetada por el Ejecutivo.
Los diputados rechazaron el veto, pero en el Senado hasta el momento no se expidieron al respecto, a pesar de que los funcionarios afectados realizaron un intenso lobby por la Cámara Alta.