Especialmente, la red de traficantes se encargaba de proveer de crac a otros microtraficantes, quienes se encargaban de fraccionar la droga y comercializar a los consumidores, según la investigación de los agentes especiales del Departamento de Operaciones Urbanas de la Secretaria Nacional Antidrogas.
CAMPANAS. Uno de los mayores desafíos que los investigadores debieron sortear para llegar al objetivo durante el allanamiento fue la gran cantidad de adictos que se encontraban en el mercado y actuaban como “campanas”, cuya principal función es alertar a los microtraficantes sobre la presencia de antidrogas, para que puedan huir a tiempo.
En el procedimiento fueron detenidos Wilma Eulogia Rodríguez Ruiz, de 53 años, quien fue atrapada en el momento en que se disponía a dosificar la droga, además de Juan Antonio Paredes (50) y Néstor Maldonado (19).
PROVEEDORES. Francisco Ayala, director de Comunicaciones de la Senad, explicó que los detenidos, además de vender a los adictos, se encargaban de proveer de la sustancia ilegal a otros vendedores de crac, que compraban las piedras de la droga en mayor tamaño, y luego fraccionaban en pequeñas dosis.
Asimismo, mencionó que la Senad se encuentra realizando una lucha frontal al problema del microtráfico, teniendo en cuenta que el mismo es un disparador de problemas sociales, así como el aumento de robos y asaltos en los barrios.
Es por ello que el Departamento de Operaciones Urbanas intensifica las acciones en zonas de alta vulnerabilidad, precisó Ayala, quien detalló que en los últimos días se llevaron a cabo varios operativos en el barrio Ricardo Brugada y en la ciudad de Luque.
IMPORTANTE CARGA. Para la Senad, la cantidad de crac incautada “es considerada como el decomiso de drogas más importante en lo que va de año con respecto al narcomenudeo”, según afirma en un comunicado.
Asimismo, el escrito remarca que “el lugar intervenido funcionaba como uno de los principales focos de redistribución del Departamento Central. Microtraficantes de distintas ciudades se abastecían de crac y regresaban a sus localidades a continuar con la cadena de distribución”.
Además de la drogas, otras evidencias requisadas en el sitio son elementos para el corte y la suma de G. 1.500.000 en billetes de baja denominación.