El informe sostiene que la reapertura gradual de la economía permitirá que las actividades productivas ganen dinamismo, estimándose que para el segundo semestre del año se logre el nivel de producción máximo registrado en la prepandemia. Sin embargo, advierte que una excesiva demora en la campaña de vacunación contra el Covid-19 “podría representar un riesgo a la baja” para las estimaciones sobre el producto interno bruto (PIB).
Cabe recordar que diferentes gremios empresariales del país y analistas económicos se expresaron en una línea similar durante los últimos días, recordando que la vacunación es clave para seguir con el proceso de reactivación económica y encaminar el crecimiento del producto, que el Banco Central del Paraguay (BCP) calcula en 4% para el cierre del año en curso.
RETORNO. Por otro lado, el análisis de Basanomics también hace énfasis en la necesidad de un retiro gradual de los estímulos fiscales y monetarios a partir de este año, advirtiendo de los posibles efectos negativos de no tomar decisiones en este sentido.
“Es imprescindible un plan de normalización de las políticas macroeconómicas y que ellas recuperen su posición neutral ya en el año 2022. Con ello se recuperarían los márgenes de maniobra para enfrentar futuros choques derivados del clima, del deterioro económico de los países vecinos o de una caída en el precio de las materias primas. De lo contrario se correría el riesgo de sobrecalentar la economía (lo que conllevaría a efectos dañinos sobre los precios) y se estresarían innecesariamente las cuentas fiscales”, señala.
El comentario agrega que sería prudente que la tasa de política monetaria que establece el BCP (actualmente en 0,75%) comience a elevarse gradualmente y que la convergencia del déficit fiscal al límite máximo de 1,5% del PIB –establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF)– se acelere, acortando el plazo de cuatro años que se trazaron las autoridades.
“El crecimiento esperado de la economía paraguaya se ubica por encima del 4%, pero al mismo tiempo la política monetaria permanece sumamente acomodaticia y los planes fiscales apuntan a un déficit del 4% del PIB. Este nivel de déficit es incluso mayor a los desbalances fiscales registrados en los años recesivos desde el 2003 (exceptuando lógicamente el verificado el año pasado). Claramente, las políticas macroeconómicas están desalineadas ante una coyuntura económica mucho más positiva”, indica.
Informe asegura que existe sesgo al alza en las perspectivas económicas, con los buenos precios agrícolas. No obstante, la tardía llegada y aplicación de las vacunas pueden afectar negativamente al PIB.
4,5% es la expectativa máxima de crecimiento de la economía que señala Basanomics para el cierre de este año.
0,5% fue la caída del producto interno bruto que se dio en 2020, conforme a datos preliminares del BCP.
6,2% del PIB fue el resultado deficitario de las cuentas públicas el año pasado, menor al 7,2% que se calculó.