23 jun. 2025

De cuidar campos de golf en Japón, volvió a la chacra

Por Bruno Jara

LA COLMENA

Mientras numerosos compatriotas fueron en busca de mejores horizontes lejos de la tierra que los vio nacer y ya no volvieron, otros tuvieron la oportunidad de retornar y asegurar una vida digna con trabajo honesto, ingresos económicos y seguridad alimentaria.

Virgilio Ramón García (39), oriundo de La Colmena (Paraguarí), optó como muchos compueblanos por viajar al Japón, aprovechando los lazos de la comunidad que creció de la inmigración nipona con el país asiático.

Su niñez y adolescencia fueron como las de muchos que encuentran en la chacra el sustento diario, que le permita tomar alimento y tener alguno que otro lápiz y cuaderno para enfrentar los rigores de la vida adulta. Acompañó el trabajo de su padre, pero luego optó por viajar, en los albores de sus 20 años. La historia es similar a varios compatriotas. El desarraigo, el techaga’u (nostalgia), la dura sobrevivencia en un hábitat del cual uno es extraño.

Siguió casi una década, un cuarto de su vida, en Japón. Se dedicó a numerosas tareas manuales, pero más se acuerda de los últimos días: encontró trabajo como cuidador de cancha de golf. Debía mantener en condiciones el césped, limpiar las malezas, emplear agroquímicos, realizar las podas correspondientes y todo lo que la actividad conlleva.

Pero las circunstancias hicieron que pueda volver a la patria. De aquella experiencia hace ya 8 años. Entabló su familia y se instaló en la compañía Pindoty, a unos 4 km del centro de La Colmena. Retomó las tareas de la chacra y espera seguir cosechando los frutos de su esfuerzo.

Entre sus rubros de renta no aparecen cultivos tales como sésamo o algodón, sino frutales. Deposita grandes esperanzas en la sandía y el durazno; quizás la uva igualmente pueda darle algunos beneficios económicos.

Además, también incursiona en la ganadería. Cuenta con unas 70 cabezas de bovinos. Todo esto sin mencionar los productos de autoconsumo, que le permite la seguridad alimentaria, a los que se suman su “lecherita” para leche y derivados, cerdos (kure alcancía) y aves. Ahora está interesado además en la papa. Un rubro con demanda en el país, pero con producción local limitada. La experiencia favorable de sus vecinos el año pasado inclinó la balanza para que también inicie su siembra, que le dará su respuesta, positiva o negativa, para noviembre.

INDUSTRIALIZAR EL DURAZNO

Koichi Miyamoto es un conocido fruticultor de La Colmena. Además de uvas, produce duraznos y ahora también apuesta por la manzana, que sería toda una novedad para la zona. El durazno está entre los rubros que pueden industrializarse, de prosperar un proyecto de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), con el apoyo de la prefectura Kagawa (Japón). Es que muchas veces existen excedentes que se desaprovechan, lamentó Miyamoto. La Colmena tiene una población de unos 5.500 habitantes.