El Gobierno de Brasil confirmó ayer, finalmente, la realización en su territorio de la Copa América, a pesar de las dudas y las críticas internas que el evento trae consigo, en un contexto sanitario que todavía no está bajo control.
“Confirmada la Copa América en Brasil. Venció la coherencia. Quien es sede de partidos de Libertadores, Sudamericana, sin hablar de los campeonatos estatales y el brasileño, no podría darle la espalda a un campeonato tradicional como este”, anunció en Twitter el ministro de la Casa Civil (gabinete), Luiz Eduardo Ramos. El propio presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo horas antes que “todo indica que Brasil será sede de la Copa América”.
Según se adelantó, las sedes de los partidos serán en los estados de Río Janeiro, Mato Grosso, Goiás y en el Distrito Federal, según informó Ramos, además de adelantar que no se permitirá presencia de público en los partidos.
“Si Brasil está complicado, no se puede jugar” ahí la Copa, advirtió a la prensa por su parte el futbolista Sergio Agüero, a su llegada a Buenos Aires para sumarse a su selección. El torneo empieza el próximo 13 de junio.